las cartas que nunca envié.

Carta #14: reticencia.

Ya hace meses que no hablamos
Que no sabemos de ambos
Ya hace meses que terminamos
Que lloro a escondidas en mi cuarto

No miro tu perfil, para no pensar en ti
Pero tu nombre tan común, lo escucho, lo leo y lo sueño a diario.
Aún guardo tu número en mis contactos,
Y cuando siento que te extraño, escribo mensajes falsos
Insinuó que te extraño en mis estados
Pero nunca digo tu nombre en alto
Les digo que estoy bien, y entre dientes, susurro que te amo
Así que, para pasar el rato
Pasó en brazos de otros para olvidar tu tacto.

Al llamarte amigo, sé que intuyes otra cosa
O por lo menos, eso quiero pensar
Quiero pensar que sabes que te extraño, a pesar de las señales vagas que lanzo al aire,
Quiero pensar que sabes que te quiero, a pesar del silencio insinuante qué hay en el ambiente,
Quiero que sepas que aún me importas, a pesar de que fuiste un imbécil
Por eso escribo este poema, para decirte de manera no directa
Lo mucho que llegué sentir... todo el tiempo que me sostuviste entre tus cálidos y fuertes brazos

Quisiera poder decirte la verdad pero,
Es mejor vivir en reticencia,
A perder la dignidad por alguien que no vale la pena.