las cartas que nunca envié.

Carta #19: desde el otro lado de la puerta.

Aquí voy yo,
Es mi turno ahora de contar el lado de mi historia.
Tú estabas siempre a un lado de la ventana, esperando, añorando por alguien más a que llegara.
Yo estaba atento a tus movimientos, incluso cuando fingía que no me importaba, mi vista jamás se apartaba.

Debo confesar que hice de todo para ser notado,
Fui gentil, amable y cariñoso
Cuando nada de eso funcionó
Decidí ser arisco, aislado y mal portado.
Fue ahí cuando pensaste que solo te usé,
Pero no fue así.
Yo sí quise pasar por ti;
Yo sí quise escapar junto a ti;
Pero, mi amor, yo no era a quien tú siempre amarías.
Yo solo era la cortina con la que escondías lo que en realidad sentías.

Tus desvelos, tus sueños y ensueños
La gracia de tu sonrisa
Y tu mirada de ángel.
De verdad te amé, y te sigo amando.
Pero yo no era para ti.
Tú corazón le pertenecía a él.

Te pido perdón si te fallé, no fue mi intención.
Intente lo mejor, pero no fue suficiente.
Tomaré la culpa que sea necesaria para que tú no sufras más de lo que ya sufres.
Incluso cuando ames a alguien más, yo seguiré siendo siempre tu pañuelo.
Incluso cuando desees los brazos de alguien más, yo siempre estaré ahí primero.

Recuerdo verte mirando por la ventana
Desconcertado
Añorando por que él llegara
No llegó, y te diste cuenta
Lloraste aquella noche a escondidas
Te vi marchitarte y no era justo.
Así que hice lo que debía hacer.
Por tu bien, te dejé libre.
Así pasó,
Así es como lo vi desde el otro lado de la puerta.