Nueva vida

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Todo listo, ya instalada en mi nuevo departamento, esta a 10 minutos de la oficina, de hecho me voy en bicicleta, toda una deportista.

A cada uno nos regalaron un departamento, era unos de los miles de beneficios de trabajar en aquella empresa. Lamentablemente mis amigas no vivían cerca, a ellas les asignaron departamentos, a casi media hora de distancia de la empresa.

Llevaba dos semanas viviendo en New York, trabajo en el departamento de finanzas de Robsons&Bayns junto con Ivana, mis otras dos amigas, trabajan en el departamento de marketing.
Estaba en proceso de aprendizaje. El departamento de finanzas era unos de los más grandes, ocupando 3 pisos completos de aquel enorme edificio.

Trabajo en el piso 12, ocho pisos más arriba trabaja el dios griego, muchas de mis compañeras hablaban de él. No manejan mucha información, era reservado. La prensa lo denominada como uno de los hombres más sexys y adinerados. Lo que a ellas más les importaba si tiene novia o novio, uno nunca sabe.

Jamás se veía en el edificio, sólo en las típicas reuniones de fin de año o aniversario de la empresa, de hecho en esa semana se celebra el aniversario, era todo un mega evento.

Nos llegó un correo informando sobre el magno evento, se realizará el viernes a las ocho de la noche y la dirección correspondía a una gran parcela.

Voló la semana y hoy sería el evento, con mis amigas ya teníamos todo listo.
Nos juntamos en mi departamento y nos arreglamos, nos veíamos bellas.
Yo iba con un vestido negro, llegaba hasta abajo de las rodillas y en todo el dorso izquierdo tenía cortes y estos se agarraban con broches dorados, me hice una trenza con todo mi cabello y mis pies llevaban unas sandalias doradas con un taco de 15 centímetros. Me veía impactante.

Llegamos al lugar, había una enorme carpa blanca, adornada por gigantes candelabros de fuego a su alrededor con una alfombra roja que llegaba hasta la entrada de la carpa, era todo hermoso.

Sentí muchas miradas cuando entramos, en un lado estaba toda una orquesta, se escuchaba una música muy armoniosa.
Saludamos a nuestros compañeros de oficina y todos nos decían lo bella que nos veíamos.

Era la hora de cenar, había una lista antes de pasar a las mesas, éstas tenían en el centro un adorno de flores, cada mesa tenía una distinta flor, a mi tocó en la mesa de los tulipanes naranja, separada de mi amigas, me senté y conocí algunas caras, habían siete personas en cada mesa, buscaba a mis amigas con la vista y lo vi, Alexander Robsons, estaba sentado en una larga mesa, estaba su padre y los gerentes.

Empezaron a servir la cena, todo estaba exquisito, se escuchó una voz, provenía de la orquesta, había un hombre hablando sobre la empresa dio un pequeño discurso y presentó a Alexander, para variar no escuche nada de lo que dijo, sólo lo admiraba, vestido con un esmoquin azul y una camisa blanca.

Todos empezaron aplaudir, había terminado su discurso, nos quedamos charlando un momento y empezaron todos a levantarse y volver con sus amistades.
Me reuní con mis amigas y algunos compañeros de trabajo, charlamos y el presentador nos invitó a todos a bailar.
Yo no iba a bailar con ningún compañero así que salimos las cuatro a bailar, estaban tocando muy buena música.

No faltaron los machos que pidieron bailar con nosotras, yo opté por no aceptar ninguna propuesta y deje mis amigas muy bien acompañadas. Salí a caminar, estaba todo bien adornado y había un lago, lo iluminaba la luna, me quedé de pie mirando hacia la luna. Sentí a alguien detrás, me gire y era él, Alexander, - buenas noches señorita Isabel -, se acercó.

- Buenas noches - le respondí.

- Se ve muy bella está noche, no puedo entender como puede estar sola acá en vez de bailar con algún pretendiente - estaba al lado mío.

Me gire y lo miré - sola no, estoy con usted y prefiero estar aquí que estar bailando con algún pretendiente, y usted ¿por que esta aquí en vez de estar bailando con alguna pretendiente?, y por lo que sé, faltaría noche para bailar con todas -.

Sonrío, - señorita Isabel de Chile, ¿me daría el placer de bailar este tema, que es uno de mis preferidos, con este pretendiente? - me estiró la mano.

- Por ser usted y como también es uno de mis temas preferidos, acepto - acepte su mano.

Se puso frente a mí y me tomó con una mano la cintura y con la otra mi mano, y empezamos a bailar, el tema era de Frank Sinatra, Theme from New York.
Sentía sus dedos directamente en mi piel, colocó su mano en el costado izquierdo, no hablamos solamente bailamos al son de la canción. Sentía que flotaba, era un buen bailarín y en ese momento agradecí las clases de baile de mi madre, a ella le encanta Franky, así le decía mi madre, desde pequeña escuchaba sus canciones y ésta era una de mis favoritas.

Término la canción y nos quedamos mirándonos, Alexander no me soltó - Isabel, gracias por bailar conmigo, fue todo un placer -, y en ese preciso momento en que le iba a responder, llegó el presentador - señor Alexander, disculpe, su padre lo llama para cortar la torta -.
Alexander no lo miró, seguía mirándome, - voy en seguida - respondió.

El presentador se fue ya nos habíamos separados, - Isabel....., - Alexander, gracias por hacerme compañía y bailar - lo interrumpí y más encima lo tutié.

Tomó mi mano y la beso, se dio media vuelta y se fue, yo lo quedé mirando. Como era tan guapo, su espalda ancha, tenía el triángulo de las bermudas, porque parece que mi vista se perdía en ella. Debía medir un metro noventa, era alto y mientras baile con él, pudo sentir lo tonificado que está su cuerpo.

INESPERADO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora