INESPERADO AMOR

I NEED YOU NOW

Mi madre, mi madre!!!... Era en lo único que pensaba. ¿Dónde estoy?, era todo oscuridad por más que intentará abrir mis párpados no responden exactamente ninguna parte de mi cuerpo lo hacía.

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Sonó el teléfono, Roberto respondio - Sí -

- ¿Es la casa de la señorita Isabel Montés? - Dijo una voz muy dulce

- Sí, pero ella no se encuentra, ¿quien la llama? - Preguntó Roberto

- ¿Habló con algún familiar de ella? - Sí, habla con su padre - Así lo sentía Roberto, era un padre para aquellos siete hermanos.

- Señor, lo llamó de la Clínica Los Robles, su hija y la señora qué iba con ella tuvieron un accidente.... Qué!!!!... - Grito Roberto interrumpiendo aquella dulce voz

- ¿Qué pasó Roberto? - Se acercó Alexander preguntándole a su suegro

- Señorita, la otra mujer es mi esposa, ¿como están? - dijo casi en un suspiro Roberto

- Señor, ambas entraron a pabellón, llegaron muy graves.... Vamos enseguida para allá - colgó Roberto

Alexander estaba parado de frente a Roberto, dijo - Por favor Roberto..... Están en la clínica, tuvieron un accidente - interrumpió Roberto a Alexander

- Ohhhhh....- los chicos dijeron con las manos tapandose la boca al escuchar la noticia

- Papi, ¿en donde están? - consultó Adrián

- Chicos, vamos a la clínica Los Robles, allá están ambas -

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- ¿Cómo está mi hija? - Preguntó Estela apenas abrió los ojos.

- Mi amor - dijo Roberto.

Habían pasado dos días desde el accidente, y gracias a Dios ambas estaban estables, todavía en situación de riesgo pero estables. Estela despertó al día siguiente del accidente pero Isabel parecía no querer salir del sueño profundo.

- Isabel, esta bien, aún no despierta - dijo Roberto acariciando el rostro de su amada.

- ¿Está en coma?, por favor dime la verdad - Estela en lo único que pensaba todo el tiempo, en su muñequita.

- Mi vida, no.... Por lo que dicen los especialistas está en shock, esta respirando por sus propios medios y se recupera muy bien, lo único que falta es que abra los ojos - Roberto fue sincero en su respuesta

Roberto beso su frente y pregunto - y tú mi vida, ¿como te sientes hoy?... Mi amor casi muero.... Jurame que jamás me vas a dejar - acarició su rostro y le arreglo un mechón de su cabello - juramelo Estela, mi vida sin ti no tiene sentido -

- Mi amor, te adoro y jamás te dejaré.... Y me siento bien pero me duele todo aquello que recibe sangre - tomó Estela su mano y le beso sus nudillos

Roberto sonrió, su mujer y la manera tan especial de detallar algunas cosas.

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- Alexander.... Ve a casa y descansa un poco - dijo Alfredo, tocandole el hombro

- No puedo, si despierta.... Quiero estar aquí en todo momento - respondió Alexander.

Llevaba en aquella clinica dos días, nadie podía sacarlo de ahí, de su lado. No le importaba nada, no comía, no dormía ni siquiera cuando llegaron sus padres a la clínica.

Isabel Montés, en que momento te convertiste en el bombeo de mi corazón, ¿Cómo pude ser tan ciego?, estaba seguro de mis sentimientos, la amo pero jamás dimensione de que manera, estoy enamorado y en algún lugar fuimos hechos el uno para el otro.
No podía perderla, verla así, tendida en esa cama, tuvo que tener un accidente para caer esa asquerosa venda de sus ojos y poder visualizar lo que era ella realmente. Un odio y dolor gigantesco se mecian dentro de él, que tipo de ser humano era para que el universo tirara sus cartas y mostrarle lo que ella es en su vida. Pensó Alexander sentado al lado de la cama, admirando a Isabel, jamás se cansaria de verla, cada día veía algo distinto, era perfecta y se perfeccionaba con el tiempo.

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Muchas veces escuché a mi madre decir "la vida tiene raros medios de mostrarnos nuestro camino", y ahora podía ver cuanta razón tenía, tuvo que dejar a su marido, volver con su familia, salir con su madre (aunque fue la excusa para darle tiempo a Alexander para preparar su sorpresa), obviamente ese vehículo chocarnos y dejarla en una clínica sin poder reaccionar sólo tan sólo para escucharlo a él y sentir su agobio, su tristeza y sobre todo cuanto la amaba.

Dios deja volver a él, lo necesito con urgencia, ya lo perdone, fue el último rostro que vi cuando se apagó todo. Lo amo y quiero estar junto a él, vivir porque sólo a su lado era eso "vivir". Quiero estar entre sus brazos y no separarme jamás de ahí. Porque debía haber pasado por esto para darse cuenta de sus sentimientos, la vida y sus trucos. Pensaba Isabel, estando en su cama sin poder mover ni un centímetro de su cuerpo.

- ¡¡¡Qué.....!!! está seguro - dije al borde del colapso.

- Por supuesto Isabel, estás embarazada y sacando cálculos estas de cinco semanas - respondió mi ginecólogo el doctor Hidalgo.

Me sentía en una nube, llevar un bebé en mi vientre, tengo sentimientos encontrados, felicidad y preocupación o mejor dicho terror.
Después de nuestra reconciliación con Alexander, ha sido todo tan perfecto. Dejo la presidencia de la empresa, sólo participaba en las reuniones y no se movía de mi lado por nada del mundo.
Empezamos a unir cada punto para poder hacernos felices a ambos, él por su parte se dio cuenta que existían otras cosas que les gustaba, paso toda su vida entorno de la empresa familiar que no se dio cuenta de sus habilidades innatas y por fin llegó el momento de explotarlas, increíblemente podía diseñar una casa a gran escala en un par de horas, arquitectura fue su segunda pasión y volvió a estudiar para perfeccionar sus ya habilidades.
Yo por mi parte me centre en la fotografía, hice cursos y talleres, estaba feliz, realice una exposición y tuve críticas positivas, mi carrera como fotógrafa iba en ascenso y ahora mi vida tomaba otro rumbo, ser madre, ¿estaré preparada para hacerlo?, no quiero desilusionar a Alexander y menos a mi madre. Sé que tengo un prototipo a seguir y fue la mejor, mi madre.