INESPERADO AMOR

Mi independencia!!!...

Después que todo salió a la luz, los paparazi no me dejaban ni a sol ni sombra, me perseguían a todos lados, vivía en una constante persecución.

Llegó a tal extremo la situación, que Alexander contrato guardaespaldas para mi protección. Me costó acostumbrarme pero tenía más que claro que existía gente muy mala y que por conseguir dinero fácil podrían hacer cualquier estupidez.

Por suerte en la oficina, recibí apoyo y no me sentí intocable por ser "la novia del presidente". Todos actuaban normal, aunque una minoría me miraba con ojos de envidia y de molestia.
A esa altura me daba lo mismo, a pesar de todo, Alexander me hacia muy feliz y si ese era el precio, que más daba.

Alexander estaba de viaje, en nada menos que España. Él viajaba mucho y por eso me pidió que dejara el trabajo, fue nuestra primera pelea, yo por nada sería una mantenida, no lo acepte antes cuando pude viajar a Australia con cierta persona menos lo iba aceptar ahora, obviamente a Alexander no le he contado sobre "el innombrable", sólo sabe que rompieron mi corazón y nada de detalles.

Alexander dice que soy demasiado terca, orgullosa y muy independiente, aunque tiene la razón, no dejaré un trabajo por estar de acompañante de mi novio.
Tengo muchas cosas por hacer y no creo que por ser novia de alguien, tenga que olvidarme de mis sueños.

Alexander se fue molesto a aquel viaje, pero tiene que entender que yo no soy un objeto con el que puede hacer lo que él quiera, yo lo amo pero eso no le da derecho a dirigir mi vida.

Se fue a España por un mes, a pesar de su enojo, me escribía todos los días, eso si no me llamaba, pienso que hizo eso por castigarme.

Yo seguía en mi trabajo como siempre hasta que un día el gerente nos citó a reunión. Nos informó que necesitaban apoyo en la sucursal de Sydney, Australia.
Tenían algunos problemas y necesitan enviar un equipo para allá.
Necesitan a 15 personas y es por un máximo de tres meses, la empresa corría con todos los gastos más viáticos.
El gerente nos dio la opción de decidir quién quiere ir al viaje, no hizo ninguna lista no impondría a sus trabajadores un viaje que a lo mejor muchos no quisieran hacer.

Ivana y yo fuimos unas de las primeras en ofrecernos, después de cinco minutos, ya estábamos las 15 personas. El gerente nos dio las gracias a todos y nos aviso que en dos días más era el viaje.

Llegué a mi departamento y sonó mi teléfono, respondí y era nada menos que Alexander, - Así que te vas a Australia - dijo, ni siquiera me saludo y por su tono se notaba que estaba molesto.

- Hola amor, ¿como éstas?, yo muy bien aunque te extraño demasiado y si voy a ir, ¿por?....- respondí.

- Isabel...., - Alexander, yo te deje muy claro que soy tu novia y te amo, pero yo también tengo una vida y obviamente muy distinta a la tuya, tienes que aprender a respetar mis decisiones - lo interrumpí.

No respondió y colgó. Mmmmm..... Ese hombre me vuelve loca, como hace eso!!!!... grite.