Capítulo 3: Nuevo hogar.

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Bueno, carajo, me sobornaron otra vez. Agradézcanle a Roxy, no tenía pensado publicar en esta historia hasta el 16 de Agosto. 

De todas maneras, supongo que de alguna manera estuvo bien, ya que tiene poquitos capítulos y eso me deja con mal sabor de boca. O sea, mínimo unos 6, no?

En fin, espero les guste. 

Hermes

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Hermes....

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Nuestros pasos resonaron sobre los adoquines de la ciudad.

Caminábamos lado a lado, cruzando una que otra esquina y atravesando callejones para avanzar a las calles laterales.

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El silencio que nos rodeaba a ambos era muy incómodo, o al menos para mí, ya que Riveria-sama mantenía un rostro imperturbable y calmado.

Eso solo hacía que mis nervios aumentaran.

La distancia de la <Mansión Chimenea> a la propiedad que me regaló Hermes-sama era de unos 15 minutos a caminata normal, y apenas iban 3 de esos quince.

No podía soportar otros 12 minutos con este abrumador silencio.

-- E-El clima está perfecto, ¿no lo cree, Riveria-sama?

Tomando todo el valor que pude reunir, saqué un tema de conversación. Uno muy inútil y para nada interesante.

-- Sí, es muy agradable.

-- Sí...

Una vez más, el silencio se estableció.

Era por esa misma razón que consideré que el tema del clima era inútil. Era una pregunta a la que no le podía dar seguimiento fácilmente después de que se me respondiera con un "Sí, es muy agradable".

Tenía la intención de volver a hablar, sin embargo, sentí otro escalofrío recorriendo mi espalda.

"Otra vez... ¿cuántas van ya?"

Sin detener mi paso, desvíe ligeramente la mirada hacia la derecha. Ahí estaban 3 Elfos, dos mujeres y un hombre.

Sus ojos me dejaban en claro sus intenciones. Ellos querían cortarme la cabeza.

"En serio, apenas van 3 minutos que llevo en las calles y ya he recibido mas de 20 miradas asesinas"

Entendí perfectamente la razón por la que no me atacaban o insultaban abiertamente, y esa razón caminaba a mi lado izquierdo, siendo Riveria-sama.

Era posible que ella hubiese notado a mis acosadores, y yo mismo noté que dirigía ligeras miradas a todos, haciéndoles girar la vista hacia otro lado.

Danmachi: Destinados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora