Hellou, dejo este capítulo antes de ponerme a dormir.
Una cosita, al parecer hay lectores gringos que leen esto. Yo me pregunto cómo es que leen la historia, a caso copian y pegan todo en el traductor o wattpad traduce al igual que fanfiction? Ni idea la vdd
De todos modos, espero les guste gente. Hay un poco de todo, y como unos esperaban, los conflictos amorosos de Asfi jeje
En fin, disfruten :3
Indicios de un vórtice....
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-- No podrás vencerlo.
Sentí haber escuchado mal, pero no pude evitar mostrar incredulidad ante las palabras de Riveria-sama.
Tontamente pregunté.
-- ¿Qué?
-- La profecía se cumplirá si o sí, tú y yo tendremos un hijo. No puedes evitarlo.
La firmeza de sus ojos verde jade me mandaron a un trance momentáneo.
"¿Por qué...?"
Yo solo pude preguntarme.
No lo entendía, y en cierto punto, era como si no quisiese entenderlo. La razón por la que ella se rendía tan rápido.
Quiero decir, ni siquiera había empezado. No había transcurrido ni una semana desde nuestra vida como "pareja casada".
Ella no tenía el derecho de juzgar mi potencial.
-- ¿Por qué dice eso, Riveria-sama...? Tal vez sigo siendo débil, pero si me esfuerzo, seguro que...
-- ¿De verdad crees eso, Bell Cranel?
Sus ojos se fijaron en los míos. Pude sentir que Riveria-sama analizaba cada gesto de mi rostro; cada tic, cada expresión y reacción.
Tragué saliva ante su seriedad.
-- Yo...
Lo supe al instante, no podía responderle con meras emociones o suposiciones. Debía ser sincero, y más que nada, realista.
Un murmullo se escapó de entre mis labios, tomando la débil forma de mi respuesta a su pregunta.
-- Sé que estoy siendo arrogante al decir que derrotaré al <Dragón Negro> en un año, pero... ¿qué otra opción tengo? Riveria-sama, ¿usted conoce una solución que no traiga infelicidad para ambos?
Bajé la mirada.
Seguía reposando en mi cama, para mi mal gusto. No diría que me sentía 100% bien, pero estaba lo suficientemente estable como para ponerme de pie.
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Danmachi: Destinados.
RandomVidas separadas, mundos completamente diferentes; todo fue mezclado de un momento a otro. Una responsabilidad que pasó a ser un indebido sentimiento. Sentimientos sacrificados y voluntades plasmadas. Bell Cranel, un chico de 14 años, desecha toda s...