Vidas separadas, mundos completamente diferentes; todo fue mezclado de un momento a otro.
Una responsabilidad que pasó a ser un indebido sentimiento.
Sentimientos sacrificados y voluntades plasmadas. Bell Cranel, un chico de 14 años, desecha toda s...
Ya era hora de un especial, no? Me vengo despertando culos, bueno, hace unas cuantas horas.
Casi olvido que tenía este especial escrito desde hace un mes más u menos xd, así que aprovecho para subirlo.
Espero que este lunes que viene tenga otro listo :).
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Y me miraba con tanto amor, un amor que seguro me inventé yo.
- El editor con su mejor amiga enculada de su ex.
X X X
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Poco tiempo después de experimentar el primer sueño húmedo a lo largo de toda su vida, estos no se detuvieron.
Había noches en la que no, pero normalmente, Riveria soñaba cosas subidas de tono con Bell al menos 3 veces a la semana.
Actualmente, después de ver a Bell junto a Asfi Al Andrómeda sonreír el uno para el otro en el local que frecuentaba, Riveria estampó la frente contra la pared de su habitación.
Sus pensamientos eran un desastre. Tanto como la sonrisa despreocupada de Bell, el sueño húmedo y el tema de la niña monstruo que trajo a la superficie.
"Me duele...".
Tomó su pecho con una mano. Había una punzada vibrante en la zona de su corazón, y por más que apretaba, no cesaba.
"¿Qué es estoy? Me estoy volviendo loca. No puedo... dejar de pensar en él. Sal. Sal de mi cabeza!".
Tras golpear la frente contra la pared un par de veces, Riveria se tambaleó hasta llegar a la cama y dejó caer su cuerpo sobre el colchón.
Sus brazos se sentían de goma. No tenía fuerza alguna, y de una extraña manera, todo su cuerpo estaba entumido.
Su visión borrosa parpadeó entre la luz y la oscuridad. Un segundo miraba el techo de la habitación, y al otro miraba una mancha negra moviéndose lentamente.
"Necesito calmarme. Estoy sufriendo un ataque de pánico, solo es un ataque de pánico. Solo es un ataque de pánico!".
Sus pensamientos destellaron una vez más antes de mantenerse apagados por completo. No veía nada, no sentía nada.
Solo era consciente de que aún era capaz de respirar.
