Vidas separadas, mundos completamente diferentes; todo fue mezclado de un momento a otro.
Una responsabilidad que pasó a ser un indebido sentimiento.
Sentimientos sacrificados y voluntades plasmadas. Bell Cranel, un chico de 14 años, desecha toda s...
Que tal negros, ando haciendo estos ss para rellenas las mini historias que se mencionan en los capítulos.
Son para aligerar el ambiente y se muestre la interacción como pareja entre Bell y Riveria xd. Para los que se quejan de que casi no conviven (en realidad lo hacen, solo que no hago énfasis en ello, y ustedes no captan los pequeños párrafos donde se mencionan dichas convivencias (:).
En fin, espero les guste. Son solo 2 mil pequeñas palabras.
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El futuro no es aterrador.
En algún momento te vas a enamorar de alguien. Conocerás a muchas personas que te van a querer muchísimo.
La noche parecerá interminable, pero un día va amanecer.
- Riveria Ljos Alf.
X X X
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Un día tuve una idea.
¿Podría ser capaz de hacer que Riveria dejara de crear catástrofes culinarias si me animaba a ensenarle lo que sabía?.
Llevábamos a penas unos meses viviendo como una pareja de casados, y si debía resaltar un único punto malo de ella, ese sería, por supuesto, su habilidad en la cocina.
Esto contradecía completamente lo que una vez dijo el abuelo, que las mujeres nacían con la habilidad de cocinar como si fuese el orden natural de las cosas.
Bueno, Riveria no era la única existencia que contradecía esas palabras del pasado.
Estaba Syr-san, cuya comida era todo un reto, tanto que incluso una vez la utilizamos como veneno para monstruos a idea de Welf.
De todos modos, el punto era su pésimo sentido del gusto culinario.
-- Riveria, ¿te agrada la idea de cocinar en pareja?.
Una mañana, me acerqué con la intención de ponerle fin al infierno que eran las comidas que preparaba para mí.
Ella leía un libro, recostada sobre una silla de madera inclinada en el segundo piso de la casa con vista a las calles de la ciudad.
El viento acarició su cabello, haciéndolo danzar hermosamente mientras el cristal de sus lentes enaltecía el brillo de sus ojos verde jade.
-- ¿Cocinar en pareja, dices?.
Asentí con ánimo cuando tuve su atención. Aún me era difícil mirarla vistiendo ropa casual, ya que se miraba extremadamente hermosa.
Su cuerpo delgado y de aspecto frágil presumía de una tez blanca con matices rosados que pondrían a babear incluso al mas casto religioso. Al menos eso pensaba.
