AYLA
Comenzaba el verano. El curso se había acabado y había finalizado, por fin, el instituto. Después de estos tres meses empezaré a estudiar en la universidad. He decidido no pensar en ello y centrarme en el verano.
Mi mejor amiga Abby decía que iba a ser un verano inolvidable, que teníamos que disfrutarlo como si fuera el último. Lo único que quería hacer este verano era leer, leer mucho. A Abby no le gustaba la idea de que pasara tanto tiempo en mi mundo leyendo novelas y no vivir la mía propia.
En mi primer día de verano, estaba preparando mi mochila para ir a la playa. Sí a leer. Me encaminaba hacia mi playa favorita, la cuál, se compone de una cala donde encuentro la paz en la lectura. La playa no era muy grande y poca gente la visitaba, preferiría que fuera así.
En la playa no había nadie. Sólo un hombre de aproximadamente unos cincuenta años haciendo ejercicio y un chico de mi edad leyendo al lado de unas rocas. Me senté en el mismo sitio de siempre, una zona dónde las rocas a mi alrededor me proporcionaban sombra. Así el sol no me molestaba en mis ojos azules.
***
Ya era muy tarde y estaba de camino a mi casa cuando recibí una llamada de Abby.
—¿Hola?
—Ayla, hoy hay una fiesta en la playa.
—¿Y qué pasa?
—Tienes que venir —dijo, emocionada—. Austin también vendrá. Venga, será divertido.
—Vale —dije sin muchas ganas.
—Iremos a tu casa a recogerte —dijo y colgó.
No tenía muchas ganas de ir, pero estaría con mis amigos y eso era lo que importaba. Austin era mi mejor amigo desde los ocho años. Nunca me había separado de él. Siempre estábamos los tres juntos: Abby, Austin y yo.
Al llegar a casa, subí a mi habitación a darme una ducha y a prepararme para la fiesta. Estuve diez minutos en la ducha y luego me empecé a preparar. Al ser una fiesta en la playa, pensé en usar un top rosa, uno de mis favoritos, y unos simples shorts vaqueros junto con unas zapatillas.
Bajé las escaleras y me encontré con mi madre en el salón.
—Mamá, me voy a una fiesta en la playa con Abby y Austin. No llegaré tarde —informé, cogiendo mi móvil y acercándome a darle un beso en la mejilla.
—Vale, no llegues muy tarde.
Negué con la cabeza, salí y cerré la puerta de casa.
Mi familia era muy pequeña. Era hija única y vivía con mis padres. Era muy parecida a mi madre físicamente. Las dos éramos rubias, de piel no muy morena y de estatura media. Con mi padre compartía el carácter. Los dos éramos muy reservados y callados, pero también muy amables y risueños. Mi padre tenía un fuerte carácter, al igual que yo, era muy terco y se enfadaba con facilidad.
Llevaba cinco minutos esperando a mis amigos hasta que apareció el coche de Austin en mi campo de visión. Me acerqué y abrí la puerta trasera para montarme en el coche.
—¿Estás preparada para la fiesta? —me preguntó Austin, esbozando una sonrisa mientras me veía por el espejo retrovisor.
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Bajo el sol
Teen FictionAyla Gibson es una chica con pocos amigos, tímida e insegura. Cada vez que confiaba en alguien le rompían el corazón. El verano había comenzado y Ayla pensaba que iba a ser como siempre. Leer, estar con sus mejores amigos e ir a la playa. ¿Qué iba...