AYLA
Me desperté con dolor de cabeza. Estoy odiando a Louis y a la ginebra. Entré en el baño, encendiendo la luz, y me miré al espejo. Casi pego un grito. Tenía todo el maquillaje corrido. Me desmaquillé rápidamente y me desnudé para darme una ducha. El agua caliente chocaba contra mi piel, haciendo que me relajara. Necesitaba mucho esta ducha.
Me vestí de lo más sencilla y bajé a desayunar. Entre los cajones, busqué alguna pastilla para remitir el dolor de cabeza. No vuelvo a beber más.
Eso no lo vas a cumplir.
Ya veremos.
Me preparé un café y salí a mi sitio favorito. Me senté sobre el sofá que tenemos en la parte trasera de mi casa. Suspiré y miré hacia el mar, observando cada detalle de él. Metí la pastilla en mi boca y bebí un sorbo de café, notando como esta bajaba por mi garganta.
Hoy era el cumpleaños de mi mejor amiga. Hoy era el cumpleaños de Abby. Tenía que ayudarle a preparar todo.
Terminé el desayuno y limpié el vaso. Cogí todo lo necesario y salí de mi casa, caminando hasta la casa de Abby. Me coloqué los auriculares y la música empezó a resonar a través de ellos. La melodía de They Don't Know About Us de One Direction hacía que me moviera de un lado a otro. La gente que pasaba por mí, me miraba muy raro, juzgándome incluso. Ahora una no podía bailar. La gente se molesta por cualquier cosa.
Al llegar a la casa de Abby, toqué el timbre. Me recibió su padre con una amable sonrisa.
—¡Ayla, qué sorpresa!
—Hola —saludé, entrando en la casa.
—Vienes por el cumpleaños de Abby, ¿verdad?
—Sí, vengo a ayudarle.
—Sí, Austin y ella están fuera. Ve —me indicó y salí a la parte exterior.
Sólo vi a Austin colocando varios globos.
—Hola —saludé.
—Hola, ¿qué tal estás? Después de lo de anoche... —Austin se acercó a mí con un globo en la mano.
—Mejor, pero he tenido que tomarme una pastilla para el dolor de cabeza.
—Yo también he tenido que tomarme una pastilla. Nunca me había puesto tan mal —Abby apareció con una caja entre sus manos. Me acerqué corriendo y ella dejó la caja en el suelo, suspirando. Al llegar a su lado, la abracé. El abrazo le tomó por sorpresa porque tardó en corresponderlo.
—Felicidades —susurré en su oído.
—Gracias —murmuró mientras me acariciaba la espalda.
—Bueno, ¿qué hay que hacer? —pregunté separándome de ella.
—Ayuda a Austin colocando los globos.
—Vale.
Me acerqué a él y tomé varios globos para colgarlos. Estuvimos un buen rato así, colocando globos y guirnaldas mientras escuchábamos música.
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Bajo el sol
Teen FictionAyla Gibson es una chica con pocos amigos, tímida e insegura. Cada vez que confiaba en alguien le rompían el corazón. El verano había comenzado y Ayla pensaba que iba a ser como siempre. Leer, estar con sus mejores amigos e ir a la playa. ¿Qué iba...