The Moon. [draco malfoy y tu]

#15

Fuyu, la lechuza de mi padre y la lechuza de Nana habían llevado las cartas que escribí para Ronald, Hermione y Harry, aquellas notas tenían palabras y oraciones distintas para cada uno; la más importante la había enviado a Harry, para saber como se encontraba con sus tíos, a mis tres amigos les di la noticia sobre la cena con la familia Malfoy. Estaba en mi habitación; recién había despertado, me encontraba sentada en mi cama con el cabello esponjado y el rostro aun adormilado, escuche las puertas de mi alcoba abrirse y los pasos de Nana y de mi padre se acercaban a mi cama.

- Buen día pequeña _____!- Exclamó Nana con mucha alegría, algo tramaban ella y mi padre como para haber venido de manera personal a mi cuarto.

- Que paso?- Pregunté mientras tallaba suavemente mis ojos.

- Que es lo que sabes?- Preguntó papá mientras se acercaba a mi sonriendo, los había descubierto, querían que hiciera algo por ellos.

- Es muy notorio que necesitan algo!- Los mire bajando las manos de mis ojos y estirándome ligeramente.

- Necesitamos que nos acompañes, estaremos todo el día fuera del castillo hasta que llegue la hora apropiada para volver a vestirnos e ir a la cena con los Malfoy- Me respondió mi padre mirando a Nana, parecía ser que ella no iría con nosotros a esa cena.

- Nana no puede acompañarnos a ver a los Malfoy, papá?- Agregué, Nana y mi padre se miraron mutuamente y después papá giro su rostro hacia a mi dándome una cálida sonrisa, Nana fue quien respondió mi duda tomando la palabra en ese momento.

- Me temó que los Malfoy y yo no tenemos una unión cercana pequeña, no nos odiamos pero es preferible no topar nuestros caminos- En ese momento entendí por alguna extraña razón, aunque era demasiado inocente como para comprenderlo del todo.

- Anda a vestirte, nos pasaremos la mañana y toda la tarde en casa de los Weasley!- Manifestó mi padre con mucho entusiasmo, se alejaba de mi cama dejándonos solas a mi y a Nana.- No tarden mucho señoritas-

- No es necesario que lleve un vestido sofisticado, cierto Nana?- Cuestione, obteniendo como respuesta un "No" seguido de una caricia en el cabello por parte de Nana.

Nana se retiró de mi habitación para dejarme vestirme, me coloque un atuendo lo suficientemente cómodo como para moverme con libertad; peine mi cabello con serenidad mientras tarareaba una canción, estaba pensando en todo lo que viví solamente en un año de clases en Howgarts, esperaba que los años siguientes fueran más tranquilos, aunque ese toque de aventura y adrenalina le daba "sazón" a mi nueva vida. Una vez que termine de arreglarme, salí de mi habitación y comencé a caminar por el largo corredor, estaba aluzado por los rayos del sol, varias antiguas pinturas lo adornaban y las piezas de arte daban un estilo rustico y refinado, justo cuando me faltaban pocos metros de llegar a la escalera, pude escuchar la voz de Lady Bianca en el salón de música; mi hermana Leonor estaba con ella, Lady Bianca no se escuchaba muy feliz.

- Cuantas veces tengo que repetirte que no soy como ella mamá...- Verbalizó Leonor con la voz baja, podía sentir que ella estaba triste y enojada a la vez.

- A mi eso no me importa, esa mocosa me tiene harta, pero no podemos tocarle un solo cabello, nos puede hacer daño, ahora tiene aun más poder en sus manos- Lady Bianca hablaba con rabia, sentía la furia y frustración de sus palabras resonar por toda la habitación.

- Cual es la necesidad de hacerle daño?- Cuestiono mi hermana con un tono ya más tranquilo pero desorientado.

- Es un monstruo, no por ser una bruja, eso solo suma puntos a lo que es, sin embargo, es un hada; son seres que no deberían existir, son como cucarachas inmundas- Las palabras de Lady Bianca rompieron mi alma como un martillo golpeando con fuerza el cristal más delgado.