The Moon. [draco malfoy y tu]

#1

Apenas había amanecido, el sol recién comenzaba a dar señales de que iba a despertar; hacía un frío cómodo, como el de todos los días, el Blyon Manor estaba igual de callado que siempre, a excepción de el sonido de un par de tacones que se dirigía a la puerta de mi habitación, conocía con perfección dicho sonido; mi madrastra a tan tempranas horas de la mañana; venia dispuesta a molestar mi día.
Antes de que llegase a abrir la puerta de tirón como era su costumbre; abrí los ojos por completo y me senté a la orilla de la cama, solo para segundos después escuchar el sonido de la pesada puerta moverse; dejando a la luz a dicha mujer y a dos de las damas de compañía del castillo, mi madrastra, quien al verme ya despierta parecía tanto, disgustada como sorprendida.
No era de extrañarse que fuese tan mala conmigo; a fin de cuentas, no soy su hija biológica y parecía que esto la irritaba bastante.

-_____, será mejor que te levantes, tu padre quiere hablarte antes de su viaje; no bajes sin vestirte primero- Exclamó para simplemente al terminar su frase, marcharse fuera de la habitación.

-Perfecto, ahora tendré que soportar unos días a esta mujer por mi cuenta- Reproché bastante nostálgica y molesta, no iba a negar el hecho de que tampoco era agradable su presencia para mi, así como la mía para ella.

Para una princesa, la ropa siempre esta lista, todo lo que necesita, esta a la mano, en mi caso; no era la diferencia, la ropa que iba a colocarme, estaba lista para que la usara, me puse de pie y camine descalza por el aun más frío suelo de mármol; tome cada prenda de ropa que había y decidí colocármelo lo más rápido que podía.

Mi padre iba a salir del reino, para atender algunos asuntos en relación al matrimonio de mi hermana, Leonor. Quien sería la próxima monarca del lugar, y ella parecía aceptar su destino, le era fácil decir "si", a cualquier orden de su espeluznante madre. Ella y su madre, la esposa de mi padre, lady Bianca, estaban listas para hacer del reino un "lugar mejor", lady Bianca era la mujer más cruel del mundo, pero mi padre no lo notaba, el amor lo había segado años atrás.

Vivíamos con muggles, vivíamos en su mundo, como parte de ellos; mi padre y yo no éramos como lady Bianca y mi hermana Leonor; nosotros pertenecíamos a un mundo diferente, muy diferente al que todos conocen. Pertenecíamos al mundo mágico, pero no debería hablar de esto en manera plural, en suplicas de mi madrastra hacia mi padre, jamás pude aprender nada sobre ese nuevo mundo, sabía lo necesario como la muerte de mi madre, los orígenes de mi padre y el lado "oscuro y dañino" de el mundo mágico. 
Tenía 11 años de edad nada más, hacia unos meses; nos había llegado una carta de el mundo al que mi padre pertenecía, la academia de magia y hechicera en la que estudio, me había mandado llamar para formar parte de dicho lugar, Howgarts era el nombre de la academia, mi padre estaba orgulloso y claramente acepto; pero lady Bianca siempre puso mil peros, la envidia la carcomía por dentro, ya que mi hermana Leonor, no pudo sacar parte de la magia que mi padre y yo poseemos.

Una vez que termine de vestirme, baje apresurada las escaleras hacia el gran salón, donde ya hacían mi padre, mi hermana y lady Bianca, mi padre sonrío de manera alegre y extendió los brazos hacía mi; sin pensarlo dos veces corrí a abrazarlo y me acurruque en sus brazos, me daba miedo que se fuera y me dejara sola por mi cuenta con lady Bianca.

-No te vayas papá, por favor- Suplique con la voz en un hilo, mis ojos empezaban a llenarse de lagrimas, odiaba que se fuera por semanas y me dejara sola.

-Prometo que te escribiré cada semana; además Howgarts tendrá a la mejor estudiante este año, no lo olvides, esta bien?- Se inclino ligeramente a mi oído y dejo un par de palabras con un susurro. -Tu madre y yo, siempre vamos a estar orgullosos de ti-

Un silencio recorrió el gran salón, y un escalofrió se paseo por toda mi espalda, agradecía que mi madrastra no haya escuchado las palabras de papá, se volvería loca conmigo una vez que el se fuera.