━━━━━━❛❛ Lizzie Hargrove no es menos femenina por juntarse solo con chicos ❜❜
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Cuando William Byers es víctima de un acontecimiento anormal sucedido en Hawkins, Lizzie Hargrove da todo lo que está su alcance para poder recuperar a...
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❝ Y sí alguna de nosotras muere Espero morir yo primero ❞
―NO, COMO DIJE, ya llamé a todas ―decía Jonathan al teléfono―. Si, a TWA, a Pan Am, a Eastern. ¡No! No es necesario que sea solo ida, compraré un asiento si tienen... por favor, tiene que poder hacer algo...
Lizzie mordió sus uñas nerviosa, mientras observaba a Jonathan insistir e insistir al teléfono con la aerolínea. Era claro que no habían vuelos disponibles y sí emprendían el viaje a Hawkins en la camioneta de Argyle probablemente llegarían cuando sea el funeral de Max.
Palabras de Lizzie, saben como le cuesta mantenerse en positivo y usar la cabeza en momentos de presión.
―¡Mierda! ―exclamó Byers colgando el teléfono.
―¿Qué dicen?
―El primer vuelo es mañana.
―¡No! ¡Es muy tarde! ―se quejó la rubia.
―Lo sé...
―Oye, viejo ―llamó Argyle―. Pregunta si podemos ir con el equipaje.
―¿En la bodega? ―dijo Simon con ironía―. Nos ahogaríamos.
―Los perros siempre viajan ahí ―rió el de cabello largo―. Y nunca se ahogan.
―Tengo una idea ―Eleven se acercó―. Una forma de proteger a Max, desde aquí.
Eleven caminó hacia la ventanilla de la camioneta, y con la suciedad del vidrio comenzó a dibujar.
―Esta es Max ―dibujó a una niña―. Cuando Uno ataque, estará en su mente. Y yo también puedo hacer eso. Entré en la mente de mamá, la de Billy, puedo entrar en la de Max. Ella puede llevarme a Vecna, puedo ser su huésped, puedo protegerla. De Uno, enfrentarlo desde aquí.
―Pelea mental, ¡genial! ―dijo Argyle.
―¿De verdad crees que puede funcionar? ―cuestionó Lizzie.
―Una bañera ayudaría ―explicó El.
―Si, a la mente se entra limpio ―dijo Argyle otra vez.
―¿Qué? No. Un tanque de aislamiento sensorial, para concentrarse en sus poderes.
―Espera ―habló Will―, acabamos de pasar un motel.
―Si, pero no tendrán suficiente sal.
―¿De cuánta sal estamos hablando, amigos?
―Depende del tamaño de la bañera, pero mucha.
―¿Alcanzan 300 kilos?
―¿Conoces un lugar que tiene 300 kilos de sal?
Argyle se acercó a Eleven, y con sus manos comenzó a sacar medidas, mientras asentía con la cabeza. Will y Lizzie se miraron entre sí, claramente fastidiados.
