❤️ Capítulo 033: Despedida ❤️

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La joven se quedo atónita, de sus ojos lagrimas empezaban a bajar mientras miraba con odio al responsable de esa muerte. _______ sintió la mano del Rey Peter en su hombro, ella giro su rostro para verlo encontrándose con una mirada de compasión, los ojos café de la joven observaron a un soldado que estaba cerca de ellos con la intención de atacarlos por la espalda.

El joven de cabello dorado se dio cuenta mucho antes que la joven, y golpeo aquel soldado con su espada causando que su cuerpo cayera de espalda. 

— Peter — Dijo la joven con la voz entrecortada, sentía que no debía pedírselo tomando en cuenta que estaban en una situación de vida o muerte

— Ve, ______ — Dijo entendiendo 

Los ojos de la joven princesa de los faunos se iluminaron, estaba agradecida con el joven de otro mundo pero no había tiempo suficiente para darle las gracias de manera adecuada. Seco las lagrimas que bajaban por su rostro con el dorso de su mano, empezó a bajar por las escaleras hasta la planta baja con la esperanza de que su primer amor siguiera con vida después de esa flecha así como esa dura caída del balcón al pateo.

¿Qué posibilidad había de que tuviera pulso? Era casi nula.

Sus ojos miraron en medio de la oscuridad a Lord Miraz quien sonrió de manera socarrona antes de girar sobre sus talones para volver a adentrarse a su morada. 

— Cierren la reja de inmediato — Dijo mirando a sus soldados — Debemos cortarles el paso, para que dejen de entrar al Castillo y los que están adentro no puedan escapar


(...)

Edmund correo por los pasillos de las torres hasta llegar al fondo donde se encontraba una puerta de madera, sin pensarlo dos veces la abrió adentrándose al lugar, cerrando la puerta detrás de su persona. El joven de cabello marrón deseaba tener mas tiempo, así que coloco su linterna en la perilla para de esta manera tener unos minutos extra y poder pensar con claridad.

Sus ojos café miraron al rededor suyo, no había mas pasillos, ni paredes, estaba únicamente adelante de un balcón. Camino hasta llegar al balcón, encontró unos peldaños para subirse esperando de alguna manera volver a conectar con el campo de batalla pero grande fue su sorpresa cuando al subirse se encontró con un acantilado.

— Grandioso... — Murmuró para si mismo

Escucho golpes en la puerta varias veces, giro su cuerpo con el corazón latiendo amenazante de salirse de su pecho mirando como la puerta buscaba de abrirse. El segundo Rey de Narnia giro su cuerpo quedando de espaldas del acantilado, estaba pensando que iba a hacer con cuando una idea llego a su cabeza.



(...)

Thomas había sido enviado junto a Trumpkin quienes estaban resguardando el aparato con el cual se abría la reja del castillo, se sobresaltaron cuando escucharon un golpe. Uno de los Solados telmarinos había tacleado la puerta, derribándola en el proceso, el enano rojo sujeto con fuerza su arco con la flecha esperando para atacar a su objetivo. Los ojos grises del sirviente mestizo se fijaron en uno de los soldados, era del batallón de su amigo, aunque sentía compasión por ese joven cadete saco su espada dispuesto a acabar con él.

El joven se lanzón sobre ese solado que como podía intentaba bloquear los golpes experimentados de la espada del mayor. El enano rojo disparo su flecha, clavándola en el corazón de su victima, sin poder tener tiempo suficiente para reasignar uno de los tres que habían venido a detenerlos se acerco hasta el golpeándolo con el escudo de metal causando que perdiera el equilibrio y su cuerpo cayera por la ventana de donde estaba parado.

Narnia: La sirvienta [Caspian y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora