Capítulo 46

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⚠️ Advertencia: El capítulo contiene escenas de sexo fuerte, recomiendo que los menores de edad que lean esta obra se salten el capítulo, si van a leer es bajo su propio riesgo. ⚠️

El silencio se instalo entre ambos.

Thomas mantenía una batalla interna consigo mismo para no sucumbir ante sus intentos animales, el joven de piel blanquecina no deseaba cometer un error frente a la mujer que estaba empezando a gustarle. La posibilidad que la mayor de los Pevensive empezara a odiarlo debido a su incapacidad de controlarse, era más doloroso que el filo de un arma perforando su carne.

Susan empezó a pensar en la situación que tenia delante de su persona, en cuestión de unos pocos minutos una posible explicación golpeo su mente, flexiono sus rodillas para poder estar a la altura del mestizo, sus manos empezaron a acariciar las mejillas del contrario causando que la mirada dorada estuviera sobre su persona.

Las pupilas de Thomas se encontraban dilatadas, delatándose a sí mismo.*



- ¿Te encuentras en tu fase de celo? - Su voz era suave, incluso era capaz de percatarse que estaba repleta de compresión. Las mejillas del joven empezaron a teñirse rápidamente de rojo antes de asentir con la cabeza. - Es una proceso natural, cuando lo reprimes puedo llegar a causarte más daño e incluso contraer enfermedades graves.

- Es posible que ocurran malas cosas en caso de no hacerlo. - Dijo antes de morder su labio inferior, sus ojos se detuvieron sobre los labios rosados de la Reina. 

- Thomas, nada malo va ocurrirá. - Aseguro la castaña antes de sujetar la mano del joven quien se estremeció. - ¿Qué te causa temor?

- Me causa temor no poder controlarme frente a la mujer que amo.



Sus instintos estaban cerca de arrojarlo a las fosas de la locura, su mente era un mar de pensamientos contradictorios causando que fuera descuidado con sus palabras. Algunas personas dicen que el corazón suele ser mentiroso, pero el cuerpo habla las verdades que esa parte de nosotros esconde.

El joven admitió abiertamente que estaba enamorado de la monarca.

La joven castaña permaneció en completo silencio mientras analizaba las palabras del hombre delante de su persona, las interacciones que habían mantenido en los últimos días dejaba entender que esa mujer debía de ser Susan. En especial, el motivo por el cual estaban actualmente en este lugar. 



- Nunca podría perdonarme... Causarle daño a usted debido a este estado. - Dijo con una voz angustiada mientras una lagrima escapaba por su ojo izquierdo. Thomas deseaba dejar salir todas sus emociones, sin embargo sus palabras se encontraban atoradas en su garganta. - Mis instintos son traicioneros cuando se trata del celo, mi señora, debe alejarse de mí.

- Me empezaste a proteger desde nuestro primer encuentro, mientras caminábamos en el bosque evitabas que pisara en falso o que algún animal me estuviera cazando. - La yema de los dedos contrarios limpiaron con amor el rastro de las lagrimas sobre la mejilla contraria ocasionando que el joven se sonrojara. -Durante las exploraciones y durante las batallas. - Las palabras suaves de la mujer causaron ternura en su corazón - Me proteges incluso antes de protegerte a ti mismo... Déjame protegerte del dolor que estas experimentando en este momento. 



La propuesta de la fémina causo confusión en él. 

Sus sentimientos eran correspondidos e incluso la castaña estaba dispuesta a entregarse en alma así como en cuerpo, su mente intentaba comprender la razón detrás de esas afirmaciones, Thomas se limito a observarla sin saber exactamente cuales deberían de ser sus próximas acciones. Una suave sonrisa apareció sobre los labios rosados de la Reina Susan antes de acercarse al rostro contrario, sus respiraciones se mezclaron mientras continuaba con el camino hasta los labios finos contrarios.

Thomas tenía delante de su cuerpo la mayor tentación en su vida. Una tentación a la cual sucumbió por completo.

El joven se abalanzo a los labios contrarios, era un beso tierno pero al mismo tiempo habían pizcas de lujuria que delataban el estado del mayor de ese clan de mestizos, una de las manos del joven se coloco en la mejilla derecha de la reina mientras su mano izquierda sujeto con firmeza el cuello blanquecino causando que Susan se sorprendiera lo suficiente para entreabrir sus labios. Thomas aprovecho este momento para introducir su lengua dentro de la cavidad bucal contraria, exploro cada rincón de su boca hasta que sus pulmones comenzaron a ser darle claras señales a ambos que debían de separase. La fémina coloco sus manos sobre el pecho semidesnudo del joven golpeando suavemente con sus manos, avisándole que deseaba alejarse. 

En el fondo ninguno de los dos deseaba alejarse. El oji-dorado se alejo de los labios contrarios de manera rápida mientras se incorporaba debido a que estaba ligeramente encobrado por la diferencia de altura, múltiples jadeos escapaban de los labios rosados de la Reina mientras que el joven de Venitimilla disfrutaba de la imagen que estaba delante de sus ojos.

Sus labios delgados entreabiertos, sus ojos ligeramente cerrados mientras su mano continuaba sobre el cuello contrario ejerciendo una suave presión. Era una imagen jodidamente excitante para él.



- Susan... Mírame a los ojos. - La voz del hombre era gruesa por la excitación, logrando que la mujer mordiera su labio inferior.



En silencio levanto su vista hasta encontrarse con los ojos dorados que la observaban de manera penetrante, esos orbes dorados mantenían un brillo en especifico que la atraía causando que se sintiera cada vez más cautiva entre aquella mirada. Él más alto mantenía una sonrisa traviesa en sus labios antes de aumentar ligeramente la fuerza de su agarre.

Las palabras que diría a continuación, probablemente eran los últimos vestigio de cordura que quedaban en su mente.



- El celo es un proceso doloroso cuando la persona evita aparearse. - Explico rápidamente sin dejar de observar los ojos grandes contrarios, sin embargo, la fuerza de su agarre empezó a disminuir. - En estos momentos, mis instintos están cerca de causar que mis acciones puedan ser mal vistas debido a eso.... Es mejor que usted se retire. - Susan abrió sus labios dispuesta a darle una respuesta, sin embargo, sus acciones se vieron interrumpidas por la voz del más alto. - El período dura dos días, aunque lo mejor es permanecer alejado por la situación que enfrentamos intentare regresar rápidamente.

- Quiero estar a tu lado. - Comento la castaña causando que el Thomas levantara una de sus cejas en señal de confusión. Ella continuo su explicación. - Thomas, me acabas de besar porque también deseaba que lo hicieras... Me gustas. - Sus mejillas se sonrojaron antes de ver en otra dirección debido a la circunstancia que tenían delante de su persona, no deseaba confesar sus sentimientos de esta manera. -  Me gustas, cuando amas a una persona no te agrada la idea que experimente dolor.

- Eso significa....

- Se lo que significa. - La respuesta rápida de la mujer causo que el joven de cabello dorado soltara su cuello. - No deseo que estés padeciendo un dolor, permiteme acompañarte en tu celo




Los ojos avellana de la joven demostraban su determinación, deseaba desde el fondo de su corazón permanece en ese momento junto a él. Un suave suspiro escapo de los labios delgados del joven antes de acercar su rostro, su mano derecha empezó a acariciar la mejilla derecha de la Reina en una señal de agradecimiento antes de besar sus labios. Era un beso desesperado, en cuestión de segundos el más alto introdujo su lengua en la cavidad bucal contraria para explorar nuevamente cada rincón posible. Su mano izquierda agarro el cuello pálido de la mujer, su mano derecha abrazo su cintura acercándola más a su cuerpo mientras el calor estaba empezando a causar estragos en su ser. 

Narnia: La sirvienta [Caspian y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora