QUIMERA (Sterek)

Cap. 21: Plateado.

Pov. Derek:

No sé en qué momento la manda se separó, empezamos corriendo todos a la par, buscando la forma de salir de salir del bosque cuando de la nada tres flechazos dieron en los arboles que se encontraban a los costados de donde corríamos todos juntos, fueron esos flechazos los que nos alertaron que "Stiles" estaba acercándose a nosotros y lo que nos alteró haciendo que tomáramos caminos distintos, ahora solo Allison e Isaac se encontraban conmigo, seguíamos corriendo pero el cansancio humano nos estaba cobrando facturas a Isaac y a mí, Allison era la excepción puesto que al ser una cazadora estaba acostumbrada a correr grandes distancias y seguir como si nada, pero nosotros estábamos tan acostumbrados a no cansarnos que el destino nos echó en cara lo débiles que somos sin nuestros poderes de lobos.

Unos disparos se escucharon a lo lejos, los tres nos pusimos alertas y nos escondimos tras un gran árbol tratando de buscar señales de los demás o de Stiles, pasaron unos minutos y no pasó nada, probablemente Stiles encontró a los demás y les empezó a cazar haciendo que ellos disparan sus armas.

-Tenemos que seguir, busquemos la salida de este bosque y pidamos ayuda al sheriff o Parrish, con suerte sus poderes de sabueso infernal lograran detener a Stiles y a los doctores- dijo Isaac murmurando, como si temiese, como todos, que Stiles nos escuchara.

-No, primero tenemos que ir hacia donde se escucharon los disparos, debemos confirmar que los demás estén a salvo y que salgamos juntos todos- argumento Allison mientras se erguía y caminada a paso veloz hacia donde se escucharon los estruendos- ustedes pueden buscar la salida, yo no dejare que nadie muera hoy...aunque eso signifique volver a matar a Stiles- aseguro parándose unos segundos mirándome fijamente al decir lo último a lo que yo solo asentí haciendo que ella volviera a emprender la marcha.

-Está loca si cree que la dejaremos ir sola hacia allá, sería un suicidio prácticamente- dijo Isaac empezando a seguir el lugar por donde se había ido y a los segundos yo copie su acción.

Caminamos alrededor de cinco minutos, al llegar a donde se escucharon los disparos encontramos sangre en grandes cantidades, algunos casquillos y armas, armas pertenecientes probablemente a los de la manada, el rostro de Allison se tornó duro y el de Isaac preocupado, empezamos a buscar rastros de hacia donde pudieron haber corrido los demás, pero no había nada, la sangre se desaparecía a unos metros al igual que los casquillos.

-No soy un cazador, Allison, pero estoy seguro de que si hicieron sangrar en esas cantidades a alguien el rastro de sangre no pararía de la nada- dije en cuclillas mientras veía el rastro- no hay manera de que...- de la nada una flecha paro justo en mi brazo, tumbándome, volteé a ver a Isaac y Allison, pero no había nada de ellos, solo un Stiles saliendo detrás de un árbol, con su ballesta cargada y apuntándome a la cara.

-Tienes razón, Derek, el rastro no debería detenerse, pero lo hizo, aquí la pregunta es, ¿Cómo? - pregunto acercándose más a mí y deteniéndose a aproximadamente metro y medio- estaba tras Scott, Kira, Malia y Argent, se escondieron tras unos árboles y cuando revise ya no había nada, como si la tierra se los hubiera tragado, así que te repito mi pregunta, ¿Cómo paso eso? - dijo arrugando su rostro en señal de enojo.

- ¿Por qué tendría que saberlo?, por si no lo notaste nos separamos, oímos unos disparos y vinimos a revisar, se tanto como tú- dije tratando de sonar enojado, pero me escuche más como alguien decepcionado y lo estaba, después de todo, lo que viví con Stiles después desde su "resurrección" era falso, nunca se enamoró de mí, sus "te amo" no fueron más que trampas y los momentos que vivimos no eran más que actuaciones, actuaciones demasiado buenas, tanto que lograron hacer que bajara la guardia y nos encortáramos en la situación en la que estamos ahora; de pronto sentí un fuerte dolor en la pierna, justo donde Stiles me había clavado el cuchillo, solo que ahora el cuchillo se convirtió en una flecha.

-No te quieras pasar de listo, intento de Alfa, si no quieres que la próxima flecha vaya justo entre esas pobladas cejas me dirás dónde están todos y cómo fue que desaparecieron de la nada- amenazo mordazmente cargando de vuelta su ballesta- tienes tres segundos para decírmelo...uno- empezó a contar.

- ¿Qué parte de "se tanto como tú" no entiendes? – pregunte, sinceramente, estaba más que intrigado, ¿Dónde estaban todos? ¿Cómo desaparecieron Allison e Isaac? ¿Cómo...?

.

-Dos- repitió Stiles interrumpiendo mis pensamientos y acomodando su ballesta en donde creía apropiado y cómodo para disparar.

-Puedes seguir contando y la respuesta será la misma en el número tres, "se tanto como tú"- comente mirándolo a los ojos, eso bellos ojos color avellana que me recordaban a las hojas secas de los árboles en otoño.

-Tres- termino de contar, cerré los ojos esperando la muerte, pero no llego, abrí un ojo primero y después el otro, tratando de notar por qué Stiles no disparo y acabo con mi vida; el castaño frente a mi estaba temblando, como si tuviese frio, sus manos se abrieron y la ballesta cayo, parecía que estaba teniendo un ataque, pero eso sería extraño, de pronto del oído izquierdo de Stiles salió un líquido plateado que empezó a escurrir, a los segundos los doctores del mal aparecieron y se posicionaron a unos centímetros de Stiles, observándolo, analizando el por qué no había disparado si tenía la oportunidad, se miraron entre sí como compartiendo ideas para después decir al unísono:

-El proyecto "Venganza" ha sido un fracaso, su existencia es inútil para nosotros- no comprendía a que se referían hasta que uno de ellos aventó una especie de mini teclado junto a Stiles y los otros dos sacaban unos tipos de bastones con puntas filosas, los levantaron unos segundos y cuando los iban a encajar en el cuerpo del castaño saque fuerza de algún lugar para levantarme y tlaquearlos, tumbándolos sobre el teclado y haciendo que se rompiera, el que había aventado el teclado me tomo del cuello y me levanto del suelo unos centímetros, para impedirme volver a empujar a los otros dos y decir- no nos quieres decir que sucedió con tu manada, pero sacaremos eso de tu cabeza una vez eliminemos al error- sus acompañantes volvieron a levantar los bastones para después dejarlos caer al igual que yo caí del agarre del tercero.

Cuatro siluetas se vislumbraban tras los doctores del mal, una chica rubia de algunos 17 años, una mujer alta de cabello color rojizo, otra mujer menos alta con cabello rubio al igual que la muchacha y un hombre de piel obscura con una varita apuntando hacia los doctores del mal, eran la familia de brujas que vivían en Greendale, se empezaron a acercar rápidamente y la chica rubia se acercó a mí.

- ¿Estas bien?, lamentamos llegar hasta ahora por ti, pero necesitábamos que estos "Doctores" salieran de donde sea que estuvieran- me ayudo a levantarme y nos dirigimos hacia sus tías- tía Hilda, creo que este lobo también se quedó sin sus habilidades y no se puede curar, ¿podrías llevártelo?

- ¿Llevarme? ¿A dónde? - pregunte tratando de alejarme de la chica, pero esta solo reafirmo su agarre en mí.

-Tranquilo, chico rudo, no te haremos daño, somos de fiar, créeme, estarás mejor en la casa que en este frio bosque, más si no quieres que esas heridas se infecten- dijo señalando mi pierna con sus ojos y dándome una sonrisa mientras extendía sus manos hacia mí, mis ojos se posaron en el cuerpo de Stiles, aun temblando un poco- no te preocupes, estar bien, lo ayudaremos- de alguna rara forma la forma en la que me miro me hizo creerle, como un poco de afecto así que acepte su agarre- langue magique- dijo y de la nada un fuerte viento nos envolvió para después pasar del obscuro bosque a una cocina con un gato negro sobre la isla- ¡llego el ultimo de ustedes, chicos!- grito.

Unos pasos se escucharon y toda la manada apareció frente a mí, Allison e Isaac estaban limpios pero los demás contaban con algunas manchas de sangre y tierra, pero bien al parecer, nunca me alegre tanto de verlos a tos reunidos, sin embargo, hubo algo que me dejo en shock unos segundos, una cabellera rojiza, nariz respingada y tez blanca.

- ¿Lydia? - pregunte atónito, ella asintió y a los pocos segundos ya estaba frente a ella, abrazándola como si no hubiera mañana.

-Yo también te extrañé, lobo gruñón- susurro en mi oído mientras yo escondía mi nariz en su cuello dejando escapar dos o tres lágrimas, sentí sus manos en mi espalda, dándome leves caricias de consuelo- todo va a estar bien, créeme.