Neblina.

15 1 0
                                    

Fenómeno de la noche, compañía de la mañana.
Nunca me has visto aquí, entre la neblina y los arboles.
El rocío cubre mi rostro, limpia delicadamente mi alma.
Entre páginas de libros me desvanezco.

Misterios de la madrugada que nunca resolveremos.
Viviendo como un fantasma entre el pueblo de los durmientes.
Hay cierta tristeza que acobija, una desilusión que engaña.
Cada día se levantan en más agonía.

Esperando la muerte mientras el sol baja, rezando a los ángeles que el sufrimiento se apague. Pero el día siempre se levanta entre los muertos y les promete una nueva vida.
El que nace en soledad, allí se queda.
Uno nunca realmente escapa, siempre vuelve a sus raíces o ellas te jalan de nuevo a la tierra.

Es un recuerdo borroso y melancolico, en tonos azules y opacos.
Tengo una cicatriz en mi pierna que todavía sangra.

Aquella ciudad estaba embrujada de desesperanza y crimen.
Creí haberme salvado, pero siempre me lo encuentro susurrandome en el oído.
Dios sabrá que tengo que librarme, pero al igual que ellos, tengo su mismo final.

Mientras el cielo se cae ante mi, me mantengo en pie.
Ojalá ellos me perdonen.
Esta va a ser la última vez que escape del laberinto de mis emociones.

Sentada en la estación de tren, esperando por su llegada.
Estoy escribiendo la carta que va a explicar el porqué de mi huida.
O quizá solo que diga que, simplemente, lo hice.
Hay cierto alivio en el abandono, cierta inseguridad en la libertad.
Con las manos frías, blancas como el invierno, me aferro ante estas palabras.
Ahora se cuando es tiempo de irme, y decirte adiós sin tener la necesidad de mirarte al rostro.

Meet Me At The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora