¿Qué sera de mañana?

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Tiempos como este en donde los días son soleados y mis cartas proclaman dicha.

  Me miento al afirmar estar feliz porque cosas buenas pasan por delante de mis ojos pero no puedo ocultar mi depresión incluso en días como este.
  Se que siempre fue difícil encontrarme en la oscuridad pero nunca supe que al hacerlo bajo la luz del sol sería incluso más doloroso de lo que me esperaba. Puedo verlo todo claramente, mis fallas, mi pasado, y las ojeras en mi cara. Hay una sonrisa y, también cansancio.

  Desearía ser como ella, tan libre y bella, llena de vida y amigos para llenar sus tardes de aburrimiento y monotonía.
  Quíen soy no es más que un fantasma rondando en la tierra, recolectado piedras de colores brillantes a mi colección solo para que nadie las vea, pintando mi rostro para verme en el espejo e ir a acostarme.
  Tengo libros para hablar por semanas y nuevas prendas para mostrarme interesante pero estoy completamente por mi cuenta.

  No quiero volver a viejas compañías pero ya no puedo soportar ver el mundo pasar en frente mis ojos y no ser parte de él.
Sería egoísta decirle que se quede a mi lado y negarle la libertad de no estar atado a mi,  consolando mis tontos motivos.

  Limpie todo mi hogar para ahogar los pensamientos en mi mente pero siempre encuentran la manera de afectarme.
La noche anterior recorrí las mismas calles de siempre con la luna como mi unica compañía, temí perderme pero seguí caminando. Me senté en una banca que jamás había visto y vi todo desde una nueva perspectiva. Hay una cierta belleza en la noche y las luces de la ciudad que no había tenido en cuenta antes. La calma de ver a la gente hacer sus rutinas, ver parejas enamoradas caminar de la mano y hojas caer de los árboles. La vida es hermosa, soy yo quien está siendo demasiado cruel por no permitirme vivir en él.
   Me permito demasiado pensar que no valgo nada para nadie, solo soy una conocida más, alguien para sacar provecho y descartar. Pero ahora soy libre como un pájaro para volar y migrar donde yo quiera pero, Dios, me siento tan vacía.
  No recuerdo cuando fue la última vez que alguien me dijo que me amaba, pero en el sentido profundo y sentimental de la palabra, no como una costumbre o por pura pena de ver mis tibias formas sino porque realmente lo hacen. Tampoco las palabras "te extraño". Si alguien, cualquier persona, me dijera que soy alguien importante incluso minusculamente en sus vidas, quizás podría encontrar sentido a seguir viviendo.
  Podría incluso ser la persona más exitosa del mundo, terminar antes mi carrera y ganar millones pero de qué me serviría si sigo llegando a una casa silenciosa y deshabitada. De que sirve tenerlo todo sin amigos o un amante. Ni si quiera puedo apoyarme en una familia que nació del conflicto, todos demasiado lejos incluso viviendo bajo el mismo techo.

  Podría atravesar las paredes por la forma en la que estoy desapareciendo en el aire.
Podría asegurarme que estoy muerta cuando estoy sola. Solo quiero sentir algo más que tristeza.
  Podría vender mi alma por una pequeña muestra de afecto. Voy a tirarme en este mismo instante del balcón si mi destino es revivir este sufrimiento una y otra vez hasta el final de mis días.

  De repente tengo 8 y estoy tratando de dormir para dejar de llorar. Sueño en tener una vida tranquila y sin muchos lujos, sólo una familia y alguien para abrazar cuando lo necesito, pero vuelvo a despertar en el mismo agujero donde la vida es fría y rutinaria, tratando de hacer las cosas bien para que me feliciten unos pocos segundos y considerarlo cariño.
  Sobreviví el hogar de mi infancia pero el presente es mucho más peligroso porque estoy totalmente en mi cuenta, no tengo a nadie para probar que estoy haciendo las cosas bien aunque no esté comiendo para llegar a tiempo. Todavía no logro entender qué se supone que tengo que hacer, qué es vivir es algo que no puedo descifrar, todos los días tengo nuevas teorías pero las descarto rápidamente y paso a la siguiente.
  Ya olvidé el pasado y me estoy enfocando en mi pero es difícil cuidar a una niña y adolescente que por mucho tiempo crecieron como una sombra y temen que la luz las consuma como un incendio forestal.
¿Qué será de mañana?

Meet Me At The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora