Esto es vida.

6 1 0
                                    

  Mis guantes grises y un saco marrón demasiado largo para mi baja estatura. El invierno se cuela entre mis huesos y no hay sabanas que me oculten de mis demonios.
  Una serenata fluye como ventisca en mis oídos, me abrazo un poco más fuerte para dejar de temblar. Cierro los ojos y me imagino acompañada de alguien más.
Podría nevar pero eso solo ocurre en mi mente y no en esta parte de la ciudad.

  El vapor del café y mi cuerpo muy cerca del calor del fuego de la chimenea. Leyendo Platón y clásicos, frecuentando de nuevo recitales de piano, pero viendo viejas caras. Volví a romantizar mi rutina, pero esta vez parece ser más apacible y bella, pintada en sutiles colores pasteles y terracota. Mis ojos ven una hermosa pintura donde antes había sólo una pared.

  La gente sabe mi nombre y recibí abrazos inesperados, me enteré unos días atrás qué tanto yo significaba para alguien a quien poco estime y ahora tiendo a adorar, mientras que caía en la horrible realidad de que no significaba nada para aquellos que tanto eh pensado y sufrido con mi profundo amor.

  De repente corre por mi alrededor un aroma a pétalos de flores, símil a la fragancia que mi madre solía poner en la ropa cuando tan sólo era una niña. Mi mundo lentamente tiene colores rosas. No sé si este es un sentimiento al cual debería aferrarme, porque si caigo entonces caeré más fuerte y profundo que antes, y no se si esta vez podré sobrevivir otra desgracia.

  Edificios parisinos y occidentales, abriéndose grande e imponentes, podría hacerme un lugar entre estas calles. Estoy cumpliendo sueños que otros dejaron ver caer. Y ya no importa qué era lo que antes pasaba en casa porque ahora estoy en un nuevo lugar. Este es mi segundo año tratando de encontrarme en un mapa desconocido.

  Salidas no planificadas tienen los mejores finales, no hay tiempo de pensar, sólo actuar. Nunca me había sentido de esta manera, sosteniendo las riendas con las palmas de mis manos, más fuertes que antes. Y todos en mi pasado se olvidaron de mi presencia, asi que supongo que ahora es mi turno de ser feliz. Mis mejores amigos, mi familia, todo este tiempo me tuve solamente a mi para confiar.
   Y busco madurez en mis movimientos, no hay lugar para el error. Pero sigo soñando con un amor que no se si en algún momento llegara a mi vida.
Me deje llevar por la codicia de mis movimientos y termine en un callejón sin salida, una rara inconsistencia en la vida me deja preguntándome si estaré haciendo las cosas correctamente o si estos golpes son señales de mi metamorfosis.

  Es un infierno deshacerme de mi antigua piel y mudarme a una nueva, sacarme los lentes y ver la realidad como realmente es y no como yo quisiera que fuera. Pero, como una profesional se aceptar mi caídas y resurrecciones como parte de mi desarrollo hacia la paz eterna.

  Todos los días me vuelvo a conocer y reconozco más que nunca el valor de lo que me rodea, no ha sido fácil poder decir que me lo merezco y aun así siento vergüenza por alcanzar la meta. Pero la libertad siempre estuvo en mis manos, dentro de mente donde constantemente atacaba por miedo a sentir la luz nublar mi vista.

  No hay sofisticación en la forma que amo, hay mucha agresividad en la forma en la que quiero las cosas. Y no voy a para hasta sentir que pertenezco incluso en un cuarto oscuro.
  Engañando a mi misma, escribiendo poesía y riéndome afuera de la facultad con mis nuevos amigos a los cuales realmente no me acuerdo de sus nombres.
Cigarrillos mentolados y café bajo el sol, tratando de sobrevivir en mi cuenta.
Puede ser que esto si sea vida.

Meet Me At The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora