Sweet little destiny 🦋 [Volkacio]

Capitulo 2

Sus risitas solo hacían a su pecho acelerarse, sonriendo mientras los pasitos de su tiny se sentían sobre su pecho.

—¡Vamos Vik! ¡Dijiste que hoy iríamos a conocer a alguien importante para ti!

La voz del tiny de bonita cresta hizo sonreír nuevamente al ruso, volteando a verle mientras asentía.

—Tenemos que quitarnos la pijama y ponernos ropa casual dvukhtsvetnyye glaza (ojitos bicolores)

El aroma del tiny lo hizo reír, tomándolo en sus brazos mientras le daba un delicado beso en su cresta desarreglada.

Volteándose a ver fijamente antes de sonreír y cada uno irse a vestir.

Demorándose sólo cinco minutos, siendo el peligris el que terminó antes y se sentó en su cama, jugando con los cierres de su mochila antes de escuchar la cápsula de su tiny abriéndose.

—Horacio, no lleves a tu peluche, estarás ocupado con otras cosas y otros tinys.—susurraba mientras aguantaba la risa al ver al pequeño de cresta negar rápidamente y esconder el peluche tras su espalda.

—¡No! Yo quiero llevar a pollito conmigo

La mirada brillosa del tiny solo le hizo asentir.

Aquellos encantos que el de bicolor mirada mantenía sobre el le iban a llevar en algún momento a la perdición.

Volteando a ver rápidamente su amorímetro y ver que todo iba bien, tomo a su tiny y lo puso dentro de su chamarra.

—Vámonos, tenemos que llegar rápido que ya nos esperan en el parque.

~~••~~••~~

El pensar en tu alma destinada puede ser un poco cruel aveces, tal vez molesto o simplemente decepcionante al darte cuenta que cumpliste tus 17 años y tu puerta nunca fue tocada para que se te diera aquella cápsula que dibujabas desde pequeño.

Eso le había pasado a Ivanov, que miraba sonriente pero con un pequeño dolor en su pecho al tiny de su mejor amigo.

Viéndole fijamente mientras le mostraba su peluche.

—Este es pollito, se que es un pez pero es muy bonito como los pollitos, ¿verdad que si Ivanov?.—decía el tiny mientras cambiaba hasta quedar cerca de su mano.

—dvukhtsvetnyye glaza, ve con los tinys de allá, anda.—susurraba el peligris hacia su tiny mientras le veía asentir y correr hacia unos tinys que jugaban en el espacio adaptado para ellos en aquella cafetería.

—Horacio es muy lindo, veo que te hace muy feliz.

El ver a su amigo de aquella forma le hacía sentir triste, sabía que no podía hacer nada para que su destinado llegara.

—Llegará, posiblemente todo sea una confusión y no tarden en dártelo, verás que...

—Viktor... no digas nada.—la sonrisa triste le hizo callar rápidamente, asintiendo mientras volteaba a buscar a su tiny que se mantenía jugando con otro que tenía un pequeño sombrero negro.