Sweet little destiny 🦋 [Volkacio]

Capitulo 3

Era como una niebla que les hace sumergir en lo más profundo de esta, atinando a un hueco oscuro y frío, sin delicadeza.

Sin amor.

Le pesaba, hacía un día su cumpleaños 17 había pasado y su tiny no había sido entregado.

Quizá era el solo hecho de que sus compañeros le fastidiaban con la idea de "no tinys"

Recordando al pequeño tiny de barba que siempre se mantenía oculto cada que llegaba a casa de su amigo.

—Tranquilo, vas a ver que tu tiny llegara pronto.—el rubio decía aquellas palabras aunque dudara levemente, mirando hacia el amorimetro de la cápsula de su tiny.

Un 60% y bajando yacia puesto en aquel lugar.

—Tu debes cuidar más a tu pequeño destinado, mira nada más cómo está su amorimetro.

Despidiéndose del tiny y su amigo, salió de aquella casa para ir caminando a la suya, observando con tristeza a los tinys de aquella tienda de adopción.

¿Su destinado estaría en aquellos lugares?

¿Debería preocuparse por si su pequeño yo también estaba siendo visto por diferentes personas en un centro de adopción?

Preguntas incomodando cada fibra de su cuerpo, caminando a paso rápido cuando pequeñas gotas de lluvia comenzaban a caer sobre su ropa.

—Buen día para salir eh.—susurró al recordar que sus padres le habían dicho que sería un buen día para salir a pasear.

Tropezando por observar a un pequeño tiny correr.

—¡eh, tú!

—Escóndeme, no digas nada por favor.—susurraba el pequeño tiny mientras se escondía entre el pantalón del moreno.

Volteando rápidamente hacia donde venía corriendo el tiny, dejando ver a un chico con tatuajes.

—¿No viste un pequeño tiny por aquí?

El moreno atinó a negar, viendo como el chico bajo la mirada.

—Gracias, seguiré buscándole...

Al observar que ya se había alejado considerablemente, atinó a sacar al tiny de su escondite y mirarle.

—Él... hoy salimos por nieve y él le dijo linda a una chica.—decía el tiny mientras pequeñas lágrimas bajaban por sus mejillas.

Recordando que el tiny de su amigo había pasado por lo mismo.

—Pero hubieras visto su cara, era de tristeza porque no te encontró.—susurró mientras retiraba las lágrimas del tiny.

Mirando hacia donde el chico de antes se mantenía sentado bajo un árbol.

Lo mismo que pasaba con su amigo.

—¡voy a ir con él! Gracias...

—Horacio, soy Horacio.—dijo antes de bajar al tiny y verle correr hacia su destinado, sonriendo con ternura al ver como ambos se abrazaban y comenzaban a llorar.