Sweet little destiny 🦋 [Volkacio]

Capitulo 30

¿Es posible ignorar el hecho de estar enamorado?

Su cuerpo dolía, la garganta lograba doler como si de agujas picándole se tratara.

Sentía el aroma a caramelo bastante amargo, escuchando pronto la voz del omega que hacía latir su corazón con fuerza.

—Viktor... despierta ya, ¿por qué nunca dijiste que estabas en un operativo?

Su voz salía entrecortada, derramando sus lágrimas frente al alfa que permanecía con los ojos cerrados.

—Yo... yo se que cometí errores pero eres mi destinado, me gustas y no quiero alejarme de ti nunca.—Horacio bajó la cabeza hasta el pecho del alfa, aspirando el aroma a cacao mientras trataba de controlar su llanto.

Volkov suspiró, abriendo sus ojos con cierta molestia a la luz blanca del lugar, para de a poco llevar su mano a acariciar la cresta del menor sobre su pecho.

—Tu también...—habló ronco, haciendo muecas al picar su garganta.—me gustas Horacio...

El menor se permitió llorar unos minutos más sobre el pecho del alfa, sintiendo sus mechones ser acariciados con suavidad.

Aquel momento convirtiéndose de a poco en una burbuja, su burbuja.

Los latidos de su corazón en sincronía y los aromas de ambos saliendo de a poco dulces, respirando tranquilos.

—Necesito agua

Rompiendo esa burbuja, haciendo al menor reír suavemente mientras se levantaba y le acercaba un vaso de agua, ayudándole a tomar de a poco.

—Gracias Horacio.—murmuró apenado

Los bicolores del menor haciéndole sonreír bobamente, moviéndose con dificultad a un extremo de la camilla, invitándole a recostarse.

—¿cuánto llevo aquí?

Horacio suspiró, sentándose junto al mayor mientras miraba la pálida piel de este, notando que ya no había tantas marcas de golpes en su cuerpo y rostro.

—dormiste mucho... cuatro días.—susurró mientras sentía la mano del contrario tomar la suya y entrelazarlas de a poco, sintiendo sus bellos erizarse haciéndole sonrojar.

—Te dije que un día de estos se iban a terminar comiendo la boca.—hablaron a su lado, viendo a Ivanov con sus tinys en los hombros

—¡Vik!.—gritó el tiny de cresta mientras corría por la cama hasta llegar al cuello del alfa y abrazarse de este.—Te quiero mucho mucho mucho mucho.—gritaba mientras soltaba su aroma.—mucho mucho mucho

—маленькая бета.—susurró, tomando al tiny y dándole un beso en su cresta.—¿Has estado bien?.—preguntó mientras veía al tiny negar un par de veces antes de hacer una tierna mueca y mirar a Ivanov.