𝗱𝗼 𝗻𝗼𝘁 𝗵𝗮𝘁𝗲 𝗺𝗲, nancy wheeler

006, El reloj

Estaban las tres ocupadas buscando información. Annie estaba junto a Robin, buscando en los viejos periódicos alguna señal de Víctor Creel que mencionara algo inusual.

— ¿Hay algo... interesante de ese lado? —pregunto Robin.

Nancy soltó un suspiro con pesadez.

—Nada nuevo.

Robin y Annie voltearon a verse, mientras la rubia le hacía señas de que fuera con la mayor, mientras Ann se negaba rotundamente.

—Ve tú si tanto quieres—respondio en un susurro.

Robin rodó los ojos y siguió manteniendo su conversación con Wheeler.

—Si, tampoco aquí—respondio—Victor parecía un tipo normal. Mato a su familia, después les saco los ojos, negocio su pena, fue a Pennhurst, bla, bla, bla...

—Ay por Dios—Annie se dio la vuelta y comenzó a revisar los libros de la estantería.

Nancy negó con la cabeza, mientras seguía buscando. 

Robin se inclino hacia un lado, — ¿Que es lo que estamos buscando con exactitud? —no recibió respuesta— ¿Nancy? —hizo un golpeteo en la madera con sus nudillos.

Annie se giro y justo en ese momento la mayor asomo su cabeza.

La castaña sonrió y rodó los ojos, se estaba divirtiendo demasiado con Nancy molesta.

— ¿Menciones a magos oscuros o dimensiones alternas? ¿Cosas por el estilo? —pregunto.

Y Robin por fin logro sacarle de sus casillas, aún si no fue intencional.

—No lo sé, ¿okey? —se levantó—Comienzo a pensar que esto fue una gran pérdida de tiempo. Y obviamente estás aburrida. ¿Por qué no le pides a Murphy que te llevé y vuelven con los demás? Y yo no estoy en peligro, así que...

Se quedaron mirando como bajaba las escaleras y luego voltearon a verse lentamente con el ceño fruncido.

— ¿Yo que tenía que ver? —pregunto Annie.

Robin suspiro y negó con la cabeza, ella era capaz de darse cuenta de pequeños detalles cruciales de los cuales su mejor amiga siquiera notaba.

Fueron tras de ella, y bajaron las escaleras también.

—Okey, creo que es tiempo de hablar de algo esencial—Robin las miro a ambas—Ustedes deben arreglar sus diferencias porque eso crea tensión entre todas nosotras y yo de verdad odio la tensión, odio el silencio, siempre estoy hablando. ¿Lo notaron?

—Si—contestaron Annie y Nancy.

Bajo los últimos escalones y se acercó a ellas, comenzando a abrir cajones al azar.

— ¿Por qué odias tanto a Annie? —pregunto hacia la mayor.

Nancy negó con la cabeza, soltando un suspiro.

—No la odio—Ann comenzó a prestar más atención—Es solo que... tu la conoces, es increíblemente irritable, hace comentarios sin pensar, todo el tiempo hace chistes que no entiendo y simplemente...

Cerro la boca en cuanto Annie empujó un cajón con brusquedad. La castaña estaba dada vuelta, dándole la espalda a ambas.

Ann trago saliva, parpadeando mientras fruncia el ceño.

¿De verdad era todo eso?

—Bueno, eso fue increíblemente amable de tu parte, Wheeler—respondio.

Robin apretó sus labios en una línea fina, dándose cuenta de que su plan no resultó de la mejor manera.

— ¿Por qué mejor no probamos en decir cosas buenas de la otra? —sugirio.