𝗱𝗼 𝗻𝗼𝘁 𝗵𝗮𝘁𝗲 𝗺𝗲, nancy wheeler

001, Chrissy Cunningham

La castaña relamio sus labios y se dejó caer en el asiento trasero del auto, era muy temprano como para estar escuchando sobre la vida amorosa de Steve.

—Y saldré con Heidi mañana—siguió hablando—pero el problema con Heidi es que se irá a estudiar a otro estado. Me preguntó: "¿En serio quiero comenzar otra relación motivada solo por el sexo?" Digo, no sé. ¿Tiene algún sentido para ustedes?

Robin le pasó el rimel a Annie, quien comenzó a colocarselo mientras se arrimaba para poder verse en el pequeño espejo del auto.

Steve volteo a verlas con el ceño fruncido, —Oigan, ¿están escuchándome? —pregunto.

—Si, te escuchamos—contesto Robin rápidamente, intentando arreglar la situación.

—No, no es cierto—respondio Annie con sinceridad, devolviéndole el maquillaje a su mejor amiga.

La rubia la miro con pesadez, a veces la honestidad brutal de Annette no ayudaba en nada.

—Si, te escuchamos—repitió Robin—dijiste algo sobre tener sexo con... ¡con Linda!

— ¿Qué? ¡No! —exclamo el mayor— ¡Estoy hablando de Heidi!

Annie apretó sus labios y se quedó en silencio, mientras apoyaba su cabeza en el frío vidrio de la ventana.

— ¡No me presiones, por favor! —alzo la voz—Tu vida amorosa es laberinticamente compleja, son las siete de la mañana, tenemos una estúpida asamblea—se arreglo su corto cabello— y hoy amanecí con cara de muerta.

Steve negó con la cabeza.

— ¿Te preocupa la asamblea del equipo de básquetbol? ¿Esperas que te crea? —pregunto.

Robin rodó los ojos, —Si ¿y que?

— ¿Que? Todos sabemos que te preocupa—le mando una mirada a la castaña y ella comenzó a poner atención—No nos tragamos estás mentiras. Es por Vickie.

Annie soltó una risa y asintió, completamente de acuerdo con Steve.

Quizás era fan de las mañanas tranquilas, pero no cambiaría estás charla o especie de discusiones en el auto por nada del mundo.

Steve y Robin eran todo lo que Annie tenía.

Ellos y los niños que la hicieron sentir en casa desde el primer día que la conocieron.

Específicamente Lucas Sinclair. 

—Por supuesto que no—respondió Robin de forma rápida.

—Por supuesto que si—contradijo Steve— ¿Y sabes que más creo?

Robin se aplicó bálsamo en sus labios, mientras seguía mirándose al espejo.

—Ah, me vale lo que crees—hablo, ocasionando que Annie sonriera por esa respuesta.

Steve la ignoro, —Creo que tienes que dejar de fingir ser alguien que no eres con ella, ¿si? Tienes que ser tu misma.

Ambas chicas fruncieron el ceño, debido a que ya habían escuchado esas palabras antes.

—Pues eso te dije—hablo Robin—Solo lo estás repitiendo, ¿te das cuenta? ¿Annie, tú te diste cuenta?

—Si, capitana—asintió, con una seña como si fuera su seguidora.

Steve rodó los ojos y siguió, —Pues, tal vez te hace falta escucharte más, cerebrito—ambas lo miraron con incredulidad—Yo te escuché, y ahora mirame. Bum, como si nada.

—No es lo mismo—negó Annie.

Robin la señaló, demostrando que estaba de acuerdo con sus palabras, ya que era lo que ella estaba por decir.