010, ¿Por qué me miras tanto?

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La mayoría estaba durmiendo, excepto por Annie y Nancy, a quien les tocaba hacer guardia para cuidar a Max luego de lo sucedido en el cementerio.

La pelirroja fingía dormir solo para escuchar la conversación que estaban teniendo ambas muchachas.

El sótano de Mike Wheeler era buen lugar para una pijamada.

Ann atrajo sus piernas hacia si misma y la abrazo, mientras echaba la cabeza hacia atrás.

Wheeler volteo a verla y coloco una mueca.

— ¿Por qué no duermes un poco? — preguntó—Puedo despertar a Dustin para que la vigile.

Annie negó con la cabeza, —No, estoy bien.

Estaba más que claro que la castaña no tenía intenciones de seguir hablando con Nancy, pero aún así la mayor siguió.

—Lo que hiciste hoy fue... —una sonrisa surgió en sus labios inconcientemente—estupido. Realmente estupido.

Annie cerro los ojos, — ¿De acuerdo? —respondio con duda, sin saber bien si la estaba regañando.

—Pero supongo que solo querías proteger a Robin—murmuro y sintió una sensación amarga en su estómago— Ustedes son muy unidas.

Annie frunció el ceño, pero aún así asintió y siguió con los ojos cerrados.

—Lo somos—confirmo.

Nancy soltó un suspiro y se colocó en la misma posición que ella, pero su mirada, a comparación de Annie, estaba baja.

—Si... —susurro.

Max se removió en su lugar, fingiendo estar aún dormida. Solo quería que siguieran hablando, para claramente seguir escuchando.

Nancy llevo su mirada hacia ella y luego la volvió a colocar sobre Annie, quedándose detallando su rostro como veces anteriores.

Annie era una chica con bastantes lunares en el cuello y rostro, sus pestañas eran largas y cuando sonreía, en sus ojos se formaban arrugas que la hacian ver increíblemente tierna.

— ¿Por qué me miras tanto? —pregunto, abriendo los ojos y acomodándose mejor para ver a Nancy.

La mayor ni siquiera se había dado cuenta de cuánto tiempo se había quedado así.

— ¿Qué? —pregunto, fingiendo no saber de que estaba hablando— Yo no te estaba mirando. Probablemente es la falta de sueño—sugirio—Deberias dormir.

—Si, claro—respondio, negando con la cabeza.

Se quedaron en silencio, una junto a la otra, mientras la mayoría a su alrededor estaba roncando y murmurando cosas adormilados.

Nancy bufo, decidida a hacer una pregunta que estuvo rondando en sus pensamientos por un largo tiempo.

— ¿Puedo saber por que no te caigo bien? —pregunto.

Annie frunció el ceño, — ¿Acaso te importa?

—Si, de hecho si—asintio—No hice absolutamente nada para que me odies.

—No te odio, Wheeler—respondio, interrumpiendola—Y son mis asuntos, así que...

Amago con volver a cerrar los ojos pero Nancy le pegó un manotazo en la rodilla, logrando que Ann la mirara molesta y algo confundida.

— ¿Pero...?

—Solo dime que hice—pidio—No es justo para mí.

Annie se acomodo mejor y suspiro, rodando los ojos.

𝗱𝗼 𝗻𝗼𝘁 𝗵𝗮𝘁𝗲 𝗺𝗲, nancy wheelerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora