Me desperté, tomé un baño, me cambié, y me tomé una taza de café. Cuando llegué a la escuela ya habían varios, pero no Isabel y Jhonny, aunque pronto llegaron. Teníamos ya los sándwiches, pero faltaba el ketchup, así que yo la compraría; salí de la escuela para comprar en una tienda cerca de aquí. Sentí que mi corazón se detuvo, cuando vi a Michelle fuera de la escuela; me acerqué a saludar, la abracé y con emoción y confusión le pregunté si entonces iría a la excursión:
— Las bichas me convencieron — contestó ella. Yo estaba sorprendido y triste, pero traté de disimularlo.
— Me hubieras dicho que vendrías — dije —, fue una gran sorpresa verte.
— Es que lo decidí prácticamente hoy mismo, apenas y me alcancé a alistar.
— Ooh, ya — no sé qué decir —. Bueno, voy a comprar algo, te veo luego.
— Vale, estaré con las bichas — dijo.
Nos volvimos a abrazar con ternura y luego ella entró a la escuela, mientras yo iba a comprar.
No contaba con la presencia de ella. ¿Ahora qué hago? Quiero pasar un gran día junto a Isabel, pero Michelle es mi novia y, además, no quiero que Isabel vaya a estar triste con esto.
Compré el bote de kétchup y entré a la escuela, Jhonny me vio y trató de decirme sobre Michelle, pero rápidamente le dije que ya sabía. Luego llegué hasta donde Isabel, que estaba sentada frente a la cancha; ella veía sus pies, pensaba.
— Hola — saludé.
— Hola, ¿ya la viste? — preguntó.
— Sí — susurré.
— Parece que sí vino al final — dijo, aún sin verme.
— Sí, pero eso no cambia nada — dije —, este día sigue siendo nuestro.
— No te preocupes, yo entiendo. — oh no.
— Isabel — la obligué a verme tomando su cara entre mis manos—, este día es nuestro — tomé ligeramente su mano.
— Está bien — susurró, luego sonrió, con ternura, con tristeza.
Nos despedimos con un abrazo, porque la madre de Isabel la llamó; yo iré donde Jhonny, para darle el bote de kétchup.
Esperamos a que viniera el bus para salir de la escuela. Nos empezaron a entrar en el bus al azar, yo iba con Isabel y Jhonny; pero no cabemos todos, así que una profesora pidió que bajaran algunos, avisando que ya habían llamado a otro bus. Isabel parecía un poco incómoda, así que decidí bajar yo y dejarla con Jhonny; la abracé, prometiéndole que la vería allá.
Salí y busqué a Michelle, para hablar con ella. Estaba con Eduardo, así que me acerqué, la abracé y traté de entrar a la conversación. No fuí muy bien recibido por Eduardo pero no importa, es mi novia y tengo derecho a hablar con ella.
Luego de unos minutos, desde una ventana del bus, Jhonny me llamó; cuando me acerqué y pudo hablarme, me pidió cambiar teléfonos, para él ir escuchando música; acepté el cambio y entonces regresé, con el teléfono de Jhonny, para seguir hablando con Eduardo y Michelle.
Luego de unos minutos llegó el otro bus y nos hicieron entrar. Ya que el primer bus va lleno, este está un poco vacío. Yo me senté junto a Michelle y Eduardo, quedando ella entre los dos.
La plática no era la mejor del mundo, y tampoco tenía que participar mucho; constantemente pensaba en Isabel ¿Cómo irá? ¿Cómo se sentirá?
A medio viaje Eduardo se cambió de asiento, para ir con Beatriz, entonces me quedé con Michelle y pude tener una conversación más personal:
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Amor y Amigos.
Novela Juvenil- Quiero hacerte una propuesta, aunque sé que está mal; no podemos cambiar lo que sentimos, entonces dejemos que pase lo que tenga que pasar. Mientras nadie lo sepa, nadie nos puede juzgar... ¿Aceptas? Los amores prohibidos son siempre los más inten...