Una canción y una rosa

Capitulo 37

—gracias por todo esto Luis -dije aún con la respiración entrecortada
—gracias a ti , lo has hecho como una campeona , de verdad que ha sido el mejor que he tenido hasta ahora -dijo un Luis sonriente aún jadeando
—¿de verdad? Luis no me mientas que no pasa nada no me voy a enfadar de verdad
—Aitana te lo digo totalmente en serio, he tenido varios pero nunca ninguno lo he disfrutado como este , de verdad te lo prometo
—gracias Luis , de verdad-dije soltando una lagrima de emoción
—mi niña que es una sensible -dijo abrazándome fuerte
—lo contrario que tu desde luego
—siempre se ha dicho que los polos opuestos se atraen
—en eso tienes razón
—¿te la voy a sacar vale? Voy cuidado
—vale tranquilo

Luis me sacó su miembro y la verdad es que me dolió un poquito pero no fue molesto , ojalá cuando seamos novios lo repitamos , para mi ha sido una experiencia inolvidable. Luis se quitó el condon y fue afuera a el contenedor de la calle para que mis padres no sospechasen de nada , era tan Bueno... a veces me costaba creer la suerte que había tenido con el

—Ha sido la mejor noche de mi vida
—la mía también, créeme, estar viendo contigo pelis a tu lado y luego esto.. para mi es insuperable
—ha sido una suerte que mis padres se fuesen de casa si no podríamos haber hecho todo lo que hemos hecho hoy
—la verdad es que si , pero suerte la mía por haberte encontrado
—lo mismo digo Luis , que suerte he tenido de haberte encontrado , te voy a echar tantísimo de menos
—y yo a ti créeme... pero te prometo que siempre voy a estar pendiente de ti, a todas horas pase lo que pase
—lo mismo digo , Pienso estar atenta a ti siempre , sabes que si tienes problemas con tu padre me puedes llamar y al menos intentar ayudarte
—gracias de verdad -le acaricio la mejilla se que vas a estar ahí para cuando se me dificulten las cosas , quizás mi madre no pueda hacer mucho como siempre , mi madre solo es una mandada de mi padre... y me jode porque antes no era así , cambio sobretodo cuando mi hermana maría se fue de casa
—de verdad que eres la persona más fuerte que conozco , cargas con demasiadas cosas, pero aquí estoy yo para cargar con ellas también-dije dándole la mano

—lo mismo digo Aitana, aquí estoy para cargar con tus problemas y que sean menos problemas si los llevamos juntos -dijo entrelazando nuestros dedos
—y si lo necesitas estaré allí Luis , me da igual si me tengo que gastar todo el dinero , si mi Luis me necesita allí voy
—eres demasiado buena conmigo, de verdad, pero lo mismo digo , si necesitas cualquier cosa aquí un servidor se cruzará españa para verte , siempre que tenga para pagarme un billete voy a venir a verte , no lo dudes
—no lo dudo porque se que lo vas a hacer , me lo has prometido siempre y se que lo harás
—este finde semana  será nuestros últimos días juntos , el lunes me iré por la noche ya a galicia
—lo se Luis, y agradezco mucho que te hayas quedado una semana más conmigo
—lo necesitaba , y se que tu también lo necesitabas... pienso disfrutar este finde semana como el que mas
—lo mismo digo luis, pienso darlo estos dos días que nos quedan juntos
—ponte el pijama anda , hay que irse a dormir si queremos aprovechar el día de mañana

Me levante y fui a por mi pijama y me lo puse y el hizo lo mismo , acto seguido me metí en la cama y el se metió conmigo a mi lado, el que desde el primer día duerme a mi lado, soy definitivamente la persona más afortunada del mundo

—Aitana, te amo , gracias por hacer que recobre la vida -dijo dándome un beso suave en los labios
—Luis gracias a ti por ser mi salvavidas , por abrirte tanto y por ser mi pilar fundamental
—nunca había dicho te amo a nadie , solo me había  atrevido a decir un té quiero porque es lo que sentia , ahora se que se puede sentir mucho más allá de lo que me imaginaba
—eso me hace sentir aún más afortunada , yo no sabía que pudiese querer a alguien tanto como te quiero yo a ti
—buenas noches mi vida -dijo depositando otro beso en mis labios
—buenas noches mi corazón -dije siguiéndole el beso y quedándome dormida en su pecho, en el lugar donde me sentía la más feliz de este mundo