Capitulo 27

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Luis hizo su particular tortilla de patata que aun que no tuviese cebolla tenía que reconocer que era la más rica del mundo, después de comer estuvimos viendo una peli, la bella y la bestia, sin quererlo ni beberlo en la canción de "bella y bestia son" empezamos a cantarla , la conexión que sentimos ambos al cantarla era impresionante , después estuvimos jugando a las cartas del uno, Luis se picaba porque siempre le hacía robar cartas o ganaba la partida y yo me enfadaba cuando ganaba el , parecíamos dos niños pequeños pero me encantaba picarme con el. Después fui a su habitación porque me habían mandado un trabajo para el miércoles ya que mañana no iría a clase porque estaría con el hasta que se fuese, tenía el avión a las seis y media de la tarde, se me hacía muy pronto pero no podía hacer nada, mientras que hacia los deberes Luis no se separó de mi y era lo que realmente necesitaba que estuviese a mi lado aún que no intercambiásemos ninguna palabra en las dos largas horas que me logro terminar todo, una vez terminado todo Luis me llevo a la playa ya que estaba casi al lado del hotel, a unos diez minutos más o menos, estuvimos paseando un rato por el paseo marítimo y luego nos quitamos los zapatos y fuimos corriendo a la orilla Del Mar

—¿sabes Luis? Me parece muy romántico venir a la playa contigo
—eso es porque soy un romántico
—bobo -le di en el pecho
—a mi lo que me parece romántico es estar a tu lado, pase lo que pase
—me vas a hacer llorar
—ojalá el tiempo se detuviese en este instante , que no pasase el tiempo y que pudiesemos estar eternamente abrazados sin que nada ni nadie nos lo impida
—ojalá, pero la vida nos ha puesto unos obstáculos, pero estoy dispuesta a superarlos pase lo que pase
—esa es mi pequeña -me dijo acariciándome el pelo
—te amo Luis Cepeda
—te amo aitana Ocaña

Después de habernos sincerado tanto en aquellas palabras nos miramos a los ojos, me perdí en sus ojos marrones tan bonitos que tiene y el en mis ojos verdes/marrones según el día , el dice que tenerlos de dos colores me hace aún más especial. Estuvimos andando hasta el anochecer contemplando el maravilloso atardecer que se nos presentaba a nuestros pies. Más tarde fuimos al hotel y pedimos unas pizzas a domicilio donde entro la guerra de a ver quien pagaría la cena

—porfavor Luis déjame pagarlo a mi , soy la invitada debo pagarlo yo
—Aitana no seas Boba, yo he querido pedirlas  y yo te he traído así que pago yo
—¿no hay manera de convencerte?
—me temo que esta vez no enana
—¡no me llames asiii!
—vale señorita, pero pago yo
—está bien -bufé
—muy bien , obedeciendo a tus mayores
—obedeciendo a los viejitos como tú
—me da a mi que una persona se va a quedar sin besos esta noche
—Cepeda me haces eso y no sales vivo de aquí
—pero no serías capaz de hacerme nada
—tch, quien sabe
—eres demasiado inocente para hacerme algo , es más me quieres demasiado para hacerme algo
—¿porque me conoces tanto? Te odio -dije cruzándome de brazos
—porque me has contado absolutamente todos tus secretos como yo te he contado los míos , has sido tu misma al cien por cien y he conocido cada lunar de tu cuerpo ¿sigo?
—no hace falta gracias -dije riéndome yo también conozco todos tus lunares y sobretodo todas tus marcas -dije riéndome viendo el chupeton que le hice anoche
—que capulla eres te ríes de que lleve el cuello rojo
—yo también lo llevo igual , ¿porque te crees que lleve un pañuelo a clase?
—que mona con un pañuelo para que mo viesen que su Luis le había Devorado el cuello
—podría haber ido sin pero así me ahorraba preguntas
—hiciste bien
—gracias por tu cumplido
—de nada

Luis se fue al servicio y llamaron a la puerta, vi como Luis no se percató de ello y fui a abrir yo, cogí las,pizzas que habíamos pedido y le pagué, sabía que luis se iba a enfadar pero se siente haber estado atento.

—¡Cepeda la cena!
—¿como que  la cena?
—han venido y no te has dado cuenta hijo mío
—¿las has pagado?
—hombre las pizzas no son gratis ni caen del cielo que yo sepa
—toma -dijo rebuscando el dinero en su cartera
—no te voy a aceptar dinero Luis , no pasa nada
—Aitana eres mi invitada porfavor, acéptalo
—está bien cabezon , lo acepto -le dije a regañadientes cogiendo el dinero

Una canción y una rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora