004.

1.2K 176 32
                                    

-uhm-... En realidad, no tuve razón alguna, podría decirse que fue por un capricho mío. Pero no te preocupes, y requieres hacer algo de utilidad, podría encargarte una misión, al parecer eres fuerte, no conllevarían problemas.

Lo miraba de reojo, expectante ante la reacción.

El más alto solamente se dignó a asentir, quería irse de allí, más no se le era permitido.

-La misión la aceptaré, aunque me gustaría quedarme más tiempo aquí, familiarizarme.

Mintió en cada palabra, deseaba irse de ese horrendo lugar, y si era posible, del país.

El Alemán comenzó a revisar algunos documentos, la mayoría de misiones eran sencillas, no se tardaría más de tres días.

-Qué te parece, ser el mensajero; cada cierto tiempo nos llegan cartas de los conocidos de nuestros soldados, eso no está bien visto por mi superior, pero tomó el riesgo de permitirlo. La cuestión-... Repartirlas las cartas y hablarás con ellos, así por lo menos hablarías con los demás, por otro lado, si no quieres tomar el cargo no habrá cambios, los trabajos se reparten entre todos, cocinar, limpieza y demás, solo te doy la opción de tener un "pasatiempo" en este lugar.

El peruano saltó de su asiento, su felicidad era obvia, el conocer a todos a muchos se le hacía infantil, aunque lo que no muchos sabían es que eran una gran táctica, mientras más gente conociera, más probable era que se enterará de las cosas que sucedían en aquel lugar.

-¡Gracias, si! ¡Muchas gracias!

Ambos quedaron frente a frente, más casi al instante el peruano se separó, sonriendo.

-Digo-... Gracias, señor, haré mi trabajó como es debido.

Un tono rojizo invadió las mejillas en Europeo, esto el mencionado lo sabía gracias al espejo enfrenté a ellos. Agradeció por lo dentro la interrupción de una de los soldados.

-¡Bien! ¡Tengo cosas que hacer y veo que terminaste tus deberes! Puedes retirarte, mañana será un día atareado.

El narcisista salió del lugar antes que su acompañante dijera alguna palabra, agradeció que el latino no haya visto su desperfecto, últimamente estaba raro, extraño-... Quizás era por la futura llegada de su amado dictador, quizás.

[. . . ] (que se note lo gay)

Third giró su cabeza, retrocediendo unos pasos por el impacto del inesperado golpe, era de suponerse que aquello sucedería; se recompuso, mirando al frente sin expresión alguna. El soldado frente suyo irradiaba furia, enojó puro.

-"¡Eran solo unos niños!-..."

Lo sabía, sabía que no todos lo lograrían, eran humanos después de todo.

-Bienvenido seas a la guerra, soldado

Reich le entregó la cadena con el nombre grabado, se alejó segundos después tomando asiento, no había pasado mucho y en aquel lugar ya se empezaron a oír sollozos; suspiro, aquella persona no era adecuada para la guerra.

-"Eres un monstruo, yo-... Yo soy un monstruo"

Decía entre sollozos el de menor rango mientras caía de rodillas.

-Yo cargaré con tus pecados, no sientas culpa.

[. . . ]

El peruano se quitaba la ropa, abriendo la llave de paso para que cayera el agua. Suspiro fuerte, mientras se limpiaba el cuerpo con el agua y jabón. Al cabo de cinco minutos ya había acabado su aseo, cerró la llave colocándose una toalla en la cintura así cubrirse, tan solo quería descansar, era el primer día y ya estaba odiando ese lugar, y estaba por odiarlo más.

Llegó a las habitaciones, acercándose a la que era su cama alistando las cosas para poder cambiarse, aunque era inevitable no escuchar los murmullos, algo de lo que ya estaba acostumbrado, aunque uno en específico lo sacó de sus casillas.

"Favorito"

Favorito-... ¿Favorito? ¿¡Favorito!?

Se dio vuelta lo más rápido posible, mirando a todas partes, encontrando al sujeto que había dicho tal estupidez, no me había dado la menor confianza para que le llamara así, ni siquiera de broma.

-Disculpa, ¿a qué te refieres? Tus palabras no tienen sentido alguno.

-"A todos nosotros nos hicieron correr por todo el campo después de entrenar, dime algo ¿acaso eres más especial? ¿Por qué tú no corriste? ¡Ah! Porque el mayor te llamó, ¿para qué habrá sido?"

A los ojos de cualquiera, era justo que le dijeran de esa forma al de orígenes incas, más-... No era así, él había pasado millones de entrenamientos, eran mucho más horribles, el entrenamiento más débil que había pasado era recibir golpes en el abdomen por veinte minutos, y él se quejaba tan solo por correr unos cuantos metros.

-No sabes ni lo que dices, idiota.

Apretó sus puños, tratando de resistir el impulso.

-"Ujm! Que débil"

Esa fue la gota que derramó el vaso. El peruano se lanzó sobre el extraño, comenzando una pelea llena de golpes e insultos, junto a los gritos de aliento de sus compañeros.

En un par de vueltas y golpes, el peruano terminó encima del ajeno, mientras le golpeaba la cara con fuerza, después de todo los entrenamientos con URSS le habían servido perfectamente.

Cada golpe era seguido de otros, ambos con sangre. El peruano no podía pelear a la perfección, la toalla le incomodaba, y constando que hacía lo posible para que no se le cayera.

Tanta era la adrenalina del momento, que ni se dieron cuenta de que en medio de la pelea habían empujado al superior, al que estaba al mando de su batallón.

El escándalo ya era demasiado, la gente había aumentado, parecía que la hoz se había corrido. El latino se levantó por fin, comenzando a patear y golpear con fuerza el abdomen del pobre chico, haciendo que por cada golpe soltara un quejido.

Los golpes bruscos pararon, el ganador era más que obvio, se seguían escuchando gritos de aliento, incitando a que siguiera con los golpes hacía el joven, aunque ya sería maldad, estaba mal, desmayado, quizás por la fuerza que puso en él.

Los gritos callaron, se le hizo raro, levantando la mirada, escuchando un gritó.

-"¡Firmes!"

No tenía miedo, ante cualquier superior podría explicar lo sucedido, más no esperó de quien se trataba.

-señor-...


[. . .]

-Actualizada:

 27/07/2022 - 22:25pm hora peruana

18/08/2022 - 20:42pm hora peruana

Yuanfen (countryhumans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora