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Nazi dejó de tocar al peruano, cuando escuchó aquel sonido que hizo el latino, entonces pudo verificar que el contrario si tenía cosquillas, aunque quería vengarse por lo de la otra vez, lo mejor era simplemente ignorar todo y volver a sus labores.

Perú continuó con las planchas, le había empezado a molestar los brazos, no era el que estuviera cansado, claro que no, era el hecho de haber retenido la risa, se había desconcentrado, y eso había implicado que sus brazos molestaran, su mente no estaba totalmente sería y enfocada en el ejercicio que estaba haciendo -34... ¡35!- Hizo otra plancha, resoplando para quitarse su cabello de la cara; apenas habían pasado unos minutos, iba a un ritmo algo lento, no quería que el ajeno se cayera -¿Ya se aburrió, señor?.

-Me agrada sentir que soy superior a ti, pero sí, es algo aburrido solo quedarse quieto– soltó un suspiro pesado, mientras apoyaba su cabeza sobre su mano, luego tuvo una idea, Reich se echó sobre la espalda del contrario acomodándose lo mejor posible –Aunque sigue siendo mejor que quedarme a hacer papeleo sin sentido– colocó su gorro sobre su rostro dispuesto a dormir, ahora usaba como una cama al contrario.

Perú al no escuchar nada más, giró su cabeza con discreción, mirando de reojo al alemán; soltó una risa baja, siguiendo con las planchas, ya más suaves y lentas, ahora tenía una razón buena para demorarse. No quería despertar al alemán encima de él, aunque si siguieran así, se haría de noche, claro que ese no era problema para él, pero para Third, no estaba tan seguro. Negó bajo, debía concentrarse, no quería incomodar al otro, tampoco quería que se cayera.

Todo estaba tranquilo, por alguna razón el alemán era consciente de que su cuerpo estaba en estado de reposo, pero había un problema, su corazón, esté por alguna razón empezó a latir más rápido, y el aire empezó a faltarle, se removió intranquilo por ese hecho y abrió los ojos de golpe, cayendo en el suelo segundos después.

Perú sintió el repentino levantamiento del ajeno, se le hizo raro, ya que no había hecho algún movimiento brusco, de hecho no se había movido.

Nazi levantó la mirada algo perdido, desorientado, y es que por más extraño que pareciera, dormir de día nunca fue una posibilidad para él, y es que su cuerpo tenía reacciones extrañas al hacerlo, quizá el tema es demasiado difícil de explicar, o fácil, pero de todas formas nadie lo comprendería bien, empezó a regular su respiración una vez supo reconocer el contexto, su temperatura corporal había aumentado considerablemente lo que le había causado un poco de sudor -Ugh... iré a trabajar– se levantó del suelo avergonzado, y sacudió el polvo de su ropa, no podía mirar al contrario.

Perú se quedó en el mismo lugar, viendo como se levantaba y se arreglaba el occidental; soltó una risa baja, eso había sido demasiado rápido como para poder procesarlo del todo -Ujm, claro- Sin más, se levantó del suelo, limpiándose un poco, igualmente después se arreglaría mejor -Señor, hoy me toca la cocina, esperó y esté allí para probar mi comida, si prefiere, le guardo un plató, o le cocinaría después- Su insistencia era mucha, pero de que el alemán comía, comía.

El cuerpo del alemán le prohibía dormir de día, y le colocaba ciertas reacciones para que él logrará despertar rápidamente, si podemos darle una razón a eso, probablemente era algo psicológico, pero si recaba en su memoria, descubre que eso era imposible, en fin, situaciones confusas, retomando las palabras del contrario, había olvidado que el peruano cocinarla por toda esta semana, ya no recuerda mucho de lo que sucede últimamente, solo le miro un poco nervioso, ahora que debería decirle, sabía que el contrario estaba muy ansioso por mostrarle su comida, lo que se le hizo tierno, y le hizo sentir un poco especial, pero detuvo cualquier pensamiento cursi, para no dejarse llevar por emociones molestas –Si, bueno... sobre eso, probablemente no pueda comer con todos hoy...

Yuanfen (countryhumans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora