Yuanfen (countryhumans)

018.

-Claro que tengo familia, aunque no viven conmigo, claro está, es algo complicado... Casi ni los veo, pero son de mi sangre al fin de cuentas- El recuerdo de tres niñas pasó vagamente por la cabeza de Perú, pero no resistió. Dedicó una sonrisa suave a la mujer, quizás el único acto amable verdadero que había hecho con alguien ajeno a él.

-Oh, Ya veo- la enfermera tomó asiento en el suelo acomodando bien su falda para sentarse de manera correcta, y luego soltó una suspiro mirando de reojo al contrario, su rostro denotaba un ligero sonrojo- pues no esperes a poder moverte pronto, al menos tendrás que quedarte una semana, aunque seguiría siendo muy apresurado para dejar ir a alguien tan herido, son peticiones de nuestro líder. Por cierto, soy dahlien y seré algo así como tu enfermera personal, si tienes algún malestar no dudes en decírmelo, estaré aquí para ti- en su rostro se dibujó una sonrisa amigable demostrando que se podía confiar en ella.

El tema de esperar unas semanas para poder movilizarse se le hacía un poco exagerado al latino, había vivido frente a muchas personas aún las graves que él y que tan solo a los 2 días se levantaban como gallos al amanecer, para él el estar quiero era como un castigo que le ponían las madres a los niños cuando se portan mal -Mucho gustó, soy Perú... Y agradezco tú "hospitalidad" esperó no ser mucha carga para ti- Apenas era una muchacha y Perú tenía conocimiento sobre lo duro que podía ser aquel servicio de enfermera, y aún más en plena guerra.

-para nada, yo elegí estudiar enfermería por algo, mi padre decía que yo lograría muchas cosas - Dahlien cubrió su boca con una de sus manos, para poder reír agraciadamente, como si una dama de la alta alcurnia se tratase, luego dejó aquella acción y volvió a mirar al contrario -bien Perú, creo que pronto será la hora de tu baño- su rostro se tiño de un rojo más vivo, pues sabía que la situación podría ser incómoda para ambos, más ahora que sentía curiosidad por el chico y probablemente un poco de atracción, antes de seguir navegando por los torrentes de sus pensamientos se dio un golpe mental, debía recordar cuál era su trabajo y en qué momentos se encontraba, soltó un suspiro y luego se levantó -iré por las cosas- sin nada más que decir, y sin esperar respuesta se alejó.

[Perú]

De cierta forma a Perú se le hacía tierna la imagen de la chica riendo de aquella forma y aún más si forma de expresarse sobre su trabajo, no era muy concurrido ver esos actos de "inocencia" en esos momentos, tan solo los niños y mujeres jóvenes portaban con ella, pero en épocas de guerra, los sentimientos malos suelen apoderarse de las personas incluyendo de los niños.

-Hey, ven... - Su reacción fue llamar al canino al lado suyo que ya había terminado de comer, había devorado todo en el plato. El cachorro soltaba gruñidos al aire cada que pasaban soldados por el lugar, así que prefirió evitar problemas. El perro se acercó hasta él, recostándose en el suelo al lado de él, apoyando su pequeña cabeza entre sus patas mientras le miraba -Creó que... Deberíamos buscarte un nombre, ya que te quedarás conmigo por un tiempo... -Perú acarició con cuidado al cachorro a su lado, notó que el pelaje estaba algo maltratado, pero aun así no dejaba de ser suave al tacto. Aún no sabía si el cachorro era hembra o macho, aunque sinceramente no le daba mucha importancia, simplemente empezó a recordar todo tipo de nombre que sabía, buscando claramente que fuera para ambos géneros, después de todo, no iba a complicarse la vida en aquellos momentos.

-Rrre... Rom, Rom, ¡Romey! -El can giró hacía él, moviendo su cola en señal de que efectivamente le había agradado aquel nombre -Listo, te llamarás Romey.

[Dahlien]

Pasaron unos minutos en los que estuvo esperando el agua y los trapos, pues las cosas de aquel almacén estaban hechas un caos, soltó un suspiro agotado pues en algún punto se vio en la obligación de ayudar a poner orden, al término de aquello, ya tenía todo listo, pero no debemos olvidar lo más importante, el chisme.