El taxi paró frente a esa casa que me recibió, a mí, a mis hermanos y papá cuando nuestra familia estaba total y completamente rota.
Quizás nunca he hablado sobre esto con nadie, pero definitivamente la familia Miller unió todas las piezas rotas que rondaban por el suelo.
Desde que mamá estaba viva, no veía sonreír a Marcus. Sonrisa que volvió cuando conoció a Helen.
Puedo recordarlo a la perfección, el día que llegó a casa, a eso de las dos de la mañana, un día sábado. Yo obviamente estaba despierto, bebiendo un poco de leche en la cocina, cuando Marcus se acercó a mí, estaba llorando.
-Hijo, la amo.
Fue lo único que dijo.
Como adolescente inmaduro y estúpido que fui, siempre sentí un poco de rencor al ver a Helen en casa, más cuando la vi vestida de blanco, caminando hacia el altar.
Desde ese preciso momento, cuando Marcus me dijo que la amaba, supe que mi vida cambiaría.
Y aquí estamos, a siete años y un poco más desde aquel día.
Tengo tres hijos maravillosos y una prometida hermosa. Es el amor de mi vida.
La herí, nos herimos mutuamente, pero creo que siempre supe que ella era especial. Es diferente y ahora, es mía. No pretendo abandonarla, no pretendo romper su corazón, solo me basta con verla sonreír. Su sonrisa es mi felicidad entera. Es mi sol y oscuridad, es todo. Victoria lo es todo.
El auto de Liam estaba estacionado, Victoria bajó de este, estaba llorando.
Liam cargaba a las niñas y Noah platicaba alegremente con Elliot. En ese momento noté lo lindo que es su acento inglés.
En ese momento me di cuenta que hablo con un acento inglés.
-¿Estás bien? –Susurré en el oído de mi chica.
Mi hermosa chica.
Victoria me miró y sonrió levemente.
-Estoy bien –Aseguró.
Tomé su mano, estaba húmeda, Victoria estaba nerviosa.
Seguimos a Liam hasta la entrada de la casa, parecía tan igual y tan extraña al mismo tiempo.
Elliot abrió la puerta y Bianca miró a todo el mundo con los ojos muy abiertos. Mi pequeña hermana menor estaba tan grande y cambiada. Ya no tenía 7 años, ya no más.
-Bianca –Logré decir y la pequeña se abalanzó sobre mí, rodeando mi cintura con sus piernas.
Pude ver como Noah nos miraba extrañado y le dí una sonrisa a mi hijo.
Bianca se bajó de mis brazos y abrazó a Victoria con la misma energía.
-¡Tu cabello! –Fue lo único que dijo, haciendo a todos reír.
Tras de ella, los gemelos se acercaron.
-No puedo creerlo –Dijo Victoria abrazando a sus hermanos, estaban casi de mi porte.
Bianca se acercó a Noah y le expliqué al pequeño que ella era su tía. Noah la miró, frunciendo el ceño, pudo gesticular una sonrisa cuando mi hermana le dio unos chocolates. En ese momento, estoy muy seguro, que Noah se enamoró de Bianca.
Luego vinieron Nicola y Denise respectivamente. La última no dejaba de llorar en los brazos de Vic, ambas lloraban muy desconsoladamente.
Luego vino Skye, quién me abrazó y luego fue directo hacia las gemelas, quienes ahora eran cargadas por los gemelos.
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Hermanastros: ¡Escenas extras!
RomanceLuke cometió un grave error; enamorarse de su hermanastra. Pero, ¿es realmente un error? Le quitaron a Alice, hace unos años atrás, luego de la trágica muerte de su madre; Victoria Sanders. Su padre decide rehacer su vida y casarse con Helen Miller...