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Basado en el capítulo "Un radiofaro de esperanza"

Pov. Narrador

La tarde había llegado y con el un día totalmente soleado lleno de tranquilidad, a menos que estés en una isla llena de dinosaurios.

—¡Corran! ¡Corran!— grito Darius mientras todos huían de un Parasaurolophus.

—Les dije que no debíamos entrar a esa cueva a descansar— se quejó Yaz quien corría con ayuda de Brooklynn y Sammy debido a su lesión en el tobillo.

Esa mañana los campistas se dirigieron a buscar las provisiones para poder sobrevivir hasta que lograran pedir ayuda. Durante unas horas no habían encontrado nada así que decidieron volver a la caseta del muelle para descansar y seguir con su búsqueda en la tarde. Para su mala suerte un Ceratosaurus rondaba cerca de su refugio por lo que decidieron no arriesgarse y buscar otro lugar donde quedarse.

Luego de caminar buscando un lugar seguro, el tobillo de Yaz empezó a doler gracias a las largas horas de caminata, todos acordaron parar unos minutos. Brooklynn quien estaba viendo a sus alrededores noto que había una cueva a unos metros de ellos, propuso que ese podría ser un buen lugar para un nuevo refugió a lo que la castaña se negó diciendo que podía haber algún dinosaurio viviendo ahí, pero aún así decidieron entrar a revisar.

Lo único que encontraron era a un Parasaurolophus que al parecer también quería la cueva como un nuevo hogar por lo que este empezó a corretarlos tratando de sacarlos de su territorio y así fue como terminaron en esa situación.

—¿El Parasaurolophus sigue ahi?— pregunto Brooklynn.

Kenji volteo a ver pero de la nada salió la T-Rex tratando de comerse al dinosaurio herbívoro.

—¡No, ya no!

—¡Detras del tronco!— grito Darius —¡Cubranse!

Todos corrieron hasta donde les indicó el moreno, Kenji y Sammy ayudaron a Yaz a subir el tronco para poder ocultarse al otro lado de este.

Luego de unos segundos Darius se asomo para verificar que es lo que pasaba entre el Parasaurolophus y la T-Rex. Dándose cuenta de que el dinosaurio herbívoro estaba siendo arrastrado muerto por la T-Rex, al menos estaban fuera de peligro.

—Se fuero— aviso a lo que todos suspirar onda aliviados y se dejaron caer cansados al césped.

—¿Por que hay tantos dinosaurio en esta maldita isla?— se quejó el peli-negro.

—Pues, o es tu encanto juvenil el que los atrae o el hecho de que todas las rejas estan apagadas— le respondió sarcástica la ojiverde.

—No te ofensas— habló Sammy —Pero sin duda es la segunda opción.

El peli-negro las volteo a ver sacandoles la lengua haciendo reír a ambas chicas.

—Eso no importa, ahora yo solo quiero un sándwich. No hemos comido nada desde las barras de granola y los horribles dulces de algarrobo que Ben...— Yaz se detuvo al mencionar su amigo perdido debido a que vio las caras culpables de la peli-rosa y el moreno —Oh, lo siento chicos...

La castaña fue interrumpida por el rugido del T-Rex, todos se asustaron pensando que venía por ellos pero cuando dejaron de escuchar el ruido dejaron salir aliviados el aire contenido por el miedo.

—Tenemos que comer y descansar— opinó la texana ayudando a ponerse de pie a su amiga castaña —Seguir corriendo así me va a matar.

Darius quien había tomado la delantera divisó el techo de una construcción a lo lejos entre los árboles.

Sin Importar Nada, ¡Te Amo! (Brooklynn x Kenji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora