Sin Importar Nada, ¡Te Amo! (Brooklynn x Kenji)

13.

Basado en el capitulo "El abrevadero"

Pov Darius

-¿Dónde la dejé?- hablé para mí mismo en susurro para evitar despertar a los demás -Oh aquí está- dije al encontrar la libreta que encontré hace unas semanas y dónde empezé a escribir ciertos datos de diferentes dinosaurios.

Estaba por bajar por la escalera cuando de reojo note movimiento a mi izquierda, se trataba de Sammy quien cambiaba de posición para volver a dormir, sonreí al recordar que gracias a ella recupere mi collar que me regaló mi padre.

Sin poder evitarlo mis ojos viajaron a aquella peli-rosa que también dormía profundamente, me preguntaba cuándo comencé a verla de otra manera, cuando fue que deje de verla solamente como una amiga, cuando empezaron a surgir estos sentimientos.

También quería averiguar cómo hacer que se detengan, enamorarse en una situación como está, no era lo más recomendable. Es algo que quería evitar lo máximo posible, en algún momento nos iríamos de esta isla y tal vez no nos volveríamos a ver, así que una relación era un NO rotundo.

Deje de pensar en eso y baje del pequeño refugio, me encontré con unas cuantas compis durmiendo, así que me acosté a un lado para escribir en mi libreta

Pov. Sammy

Quisiera decir que desperté por los hermosos cantos de los pajaritos pero en realidad fue el irritante zumbido de un mosquito el que me despertó.

Amo a todos los animales, de verdad, pero a veces me cuestionó por qué existen los malditos mosquitos, si lo único que hacen es arruinarle el sueño a la gente y quitarte sangre.

En fin trate de volver a dormir pero fue inútil, así que me dirigí hacia la pequeña sala al lado de las camas para buscar algo de comer, pero al pasar por la baranda algo llamo mi atención, mejor dicho alguien.

Darius estaba escribiendo algo sobre las pequeñas compis que tenía frente a él, definitivamente admiraba su amor por los dinosaurios, a pesar de que estos han querido comernos por sus propios instintos, el los sigue queriendo y admirando de igual forma.

Era algo que me gustaba de su personalidad, él no solo aprendía sino que se adaptaba, lo que otros verían como castigo cruel de la vida por estar atrapados en una isla, el lo veía como una oportunidad.

Decidí bajar a su lado, me sentía cómoda a su lado y me gustaba pasar tiempo con el, teníamos mucho en común.

Sin hacer mucho ruido me agache hasta quedar a su lado, el aparecer estaba tan metido en su mundo que no noto mi presencia.

-Deberías decirle a Yaz que te ayude con los dibujos- dije al ver un garabato que se suponía eran las compis. Él al escucharme dió un pequeño saltito debido al susto para luego voltear rápidamente -Lo siento, no quise asustarte.

-Tranquila Sammy, no pasa nada. ¿Los demás ya se levantaron?

-Aun no, es muy temprano, creo que dormirán un poco más. Yo tambien lo hubiera hecho pero los mosquitos son insoportables.

-Cierto, pero no podemos hacer mucho contra ellos.

-Lo se. Oye, ¿Quieres salir luego a ver qué más podemos saber sobre los dinosaurios?

-Claro, sería divertido- respondió con una sonrisa, en ese momento no sabía el porque pero me pareció muy tierno e incluso lindo -Eh Sammy. ¿Estás bien?- y lo que para mí fueron segundos, en realidad fueron minutos, minutos en los que me quedé mirándolo fijamente.

Ay santa vaca ranchera, que vergüenza

-Eh s-si, estoy bien. Creo que debería ver qué hay para desayunar y eso. Bueno está fue una buena charla, yo iré a-a ya sabes- sin esperar una repuesta huí de ahí.