Capítulo 26

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- Bien, primero iremos a una cueva de cristales de Calamira para que estos dos suban de clase, eso nos ayudará en caso de que lo necesitemos - explicó Parcival mientras manipulaba el instrumento que compró, este se abrió y una barra apareció frente a el, Parcival introdujo unas coordenadas y el artefacto proyectó una flecha que apuntaba al frente.

- Tardaremos unas tres semanas en llegar - explicó mientras se ataba bien una bota.

- ¿¡T-tres semanas?! - exclamé con Nai todavía enganchada a mi cintura.

- ¿Quién dijo que el viajecito sería corto? - dijo Ark con un suspiro.

Comenzamos a caminar hacia el horizonte siguiendo las indicaciones del artefacto.

- Haaaa, llevamos tres días caminando - se quejó Sasha - Cuanto queda para el siguiente pueblo -

- Llegaremos más o menos al mediodía - dijo Parcival, Sasha estaba muy pesada, preguntaba a cada rato cuando podíamos descansar o cuando llegaríamos a un pueblo para estar unos días y descansar.

- Y tu como sabes tanto de localizaciones - preguntó curiosa.

- Digamos que desde arriba se ve todo mejor - bromeó Parcival, Ark le dió un golpecito en la cabeza.

- No dejes que se le suba el ego a diosito - dijo Ark entre risas.

Tal como predijo Parcival tras unas horas más de camino llegamos al siguiente pueblo en el cual nos quedaríamos unos días a descansar y reponer suministros.

El pueblo no era muy grande, apenas había unas treinta casas y los vecinos eran realmente amables, nos invitaron a quedarnos en alguna de sus casas ya que no había posada. Y menos mal porque no nos quedaba una moneda después de comprar la brújula que nos guiaba por lo que su hospitalidad nos vino al pelo, aunque claro, nada es gratis.

- D-disculpen, ¿son aventureros cierto? - preguntó un hombre que se nos acercó, llevaba unas ropas más decentes a diferencia del resto de paisanos por lo que deduje que era el jefe de la aldea.

- Porqué lo pregunta, ¿necesita una licencia?, puedo enseñarle la mía - respondió Sasha abriendo su estado, el alcalde lo miró perplejo antes de arrodillarse.

- Ayudennos por favor, estamos desesperados - bramó mientras le agarraba la mano a Sasha con fuerza.

- ¿Cuál es el problema? - preguntó Sekiro adelantandose.

- Desde hace unas semanas unos lobos salvajes se han estado comiendo el ganado y los cultivos del pueblo...no nos queda nada, tememos que al haberse acabado la comida ahora vengan a por nosotros y no tenemos a donde ir - Comenzó a llorar mientras el resto de aldeanos se acercaban también a rogar por nuestra ayuda.

- Los lobos no comen plantas - rebatió Sasha apartándose un poco.

- Nosotros tampoco lo creímos hasta que los vimos arrasar con una finca entera - Se acercó una aldeana vestida con unos harapos -

- Nunca hubo lobos en esta zona hasta que llegaron hace unos días -

- Parci... - Ark le susurró algo a Parcival al oído pero no pude escuchar que.

- Que nos ofrecen a cambio de la ayuda - El hombre miró a Sasha con desesperación y luego bajó la cabeza.

- No nos queda nada...podemos hospedarlos cuanto quieran pero apenas nos quedan reservas de comida. -

- Les ayudaremos - dijo Parcival, Sasha la miró de reojo.

- ¡Muchas gracias! - todos comenzaron a agradecernos y a darnos las manos.

Una nueva Aventura (Old)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora