Capítulo 28

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Narra Suru

Sekiro sacó a Sasha del agujero en el que se había metido, pude ver como unas criaturas con forma de cangrejos ermitaños grandes se asomaron de la grieta para volver a las profundidades.

Sasha hacía muecas de dolor mientras se agarraba su pierna ensangrentada la cual parecía estar perforada.

- Déjame ver - Parcival se acercó para revisar la herida.

- No tiene buena pinta...parece haber llegado hasta el hueso, si apoya la pierna puede que se parta - Sekiro le agarró de la mano con fuerza y se levantó, comenzó a pronunciar un hechizo, su pero se volvió loco mientras un anillo de símbolos y luces lo rodeaban a el y a Sasha. Tras el espectáculo de luces la herida dejó de sangrar.

- Yo puedo llevarla en brazos hasta el pueblo - Sekiro se dispuso a llevarla en brazos pero sus piernas cedieron antes siquiera de agarrarla.

- No te esfuerces más Sekiro...- este jadeaba como si le faltara el aire mientras la miraba.

- Los hechizos de curación gastan demasiado maná, descansemos un rato, igualmente necesitaremos más cristales - explicó Ark recogiendo el cristal de la mano de Sasha y examinándolo.

- Hay demasiadas criaturas ahí abajo, eran cientos de ermitaños los que me perseguían - explicó Sasha.

Miré el cristal en la mano de Ark, se parecía bastante al del collar solo que ese desprendía una luz muy nítida al tocarlo. Miré de nuevo a la grieta.

- Cuántos de esos necesitamos? - me acerqué a Ark, ella me miró pensativa, algo me dice que esos cristales no van ha hacer que nadie suba de clase o algo por el estilo.

- Con tres nos bastará - respondió.

- Hey Parci - la agarré de la mano y la separé un poco del grupo. - Las coordenadas que tenias apuntadas en la brújula, donde llevan exactamente? - pregunté, ella me miró dubitativa un momento, buscando alguna excusa que entregarme.

- Nos llevan a la causa de todos nuestros problemas - respondió cortante mientras volviá con el resto, yo la detuve.

- Solo dime, ¿esos cristales nos llevarán a casa de nuevo? - esta asintió, yo la solté.

- ¿Qué pasará con ellos, qué pasará con Leinn?...-

- Dos menten entran, pero solo una sale, cuando regreses...de el solo quedará una cáscara vacía -

El nudo que se formó en mi garganta me impedía respirar, sentía que me ahogaba, la esperanza se desplomaba de mi cuerpo junto a mis lágrimas, me arrodillé.

- Eso pasa por jugar con reliquias niña - me acarició la cabeza en un intento de consolarme.

- Pero qué pasará con Sasha y los demás - la miré.

- Ellos ... .vivirán sus vidas normales. - respondió, pero no pude creerla con aquella mirada.

- Por qué me mientes. - repliqué, ella se levantó.

- Necesitamos esos cristales y cuando regresemos puedo intentar hacerle regresar a él también - explicó.

Me incorporé para mirarla mientras se alejaba de mí en busca del resto del grupo. Pensé en mis padres, en qué estarían haciendo ahora, mis amigas y amigos, Rem probablemente buscandome de arriba abajo, es mi mejor amiga.

Me levanté para dirigirme a la bolsa donde Sekiro mantenía las pociones y cogí una con un resplandor verdoso, la guardé con cuidado y me acerqué a la grieta.

- ¿Suru? - Sekiro me miró, le hice un saludo mientras me adentraba a la oscuridad de la gruta.

Activé mi habilidad de movimiento de sombra y todo a mi alrededor pareció derretirse, era como si flotara dentro de las paredes de la cueva. Me movía rápidamente entre las rocas y paredes sin problemas. Una vez llegué al fondo una profunda oscuridad me nubló completamente la vista. Podía oír y sentir vibraciones de las paredes provenientes de los mineros y criaturas, el agua resonaba de fondo golpeando las paredes y creando ríos subterráneos y lagos.

(Atención Mp 10%)

Al detener mi habilidad sentí como si saliese del agua después de mantener mucho rato la respiración, estaba agotada, agarré la poción y me la bebí. No me sentí mejor y mi maná no subió pero al menos el sabor era bueno.

Me tomé unos momentos para recobrar el aliento y comencé a buscar los cristales, iva manoseando las paredes húmedas y afiladas de roca tanteando para encontrar algo que brillase en la oscuridad al menos un poco hasta que los encontré.

Un par de cristales reposaban uno al lado del otro, comencé a tirar de ellos para intentar sacarlos y noté que la piedra de abajo se movía un poco al hacer esto.

Comencé a escuchar el ruido de los ermitaños caminando detrás de mí. Me volteé creando una llama en mi mano para poder ver lo que me rodeaba y de repente todos estos se quedaron paralizados y regresaron a su forma rocosa adhiriéndose a las paredes y el techo nuevamente para formar parte de las cavernas.

Me centré nuevamente en los cristales los cuales estaban incrustados en lo que parecía uno de los caparazones, miré por el suelo en busca de una roca, cuando la encontré golpeé con fuerza alrededor de los cristales para no romperlos, cuando estos cayeron al suelo también lo hicieron los ermitaños.

(Aviso, Lv 6 alcanzado)

Comencé a escalar de nuevo hacia la superficie con todas las energías que me quedaban, la llama de mi mano apenas latía a estas alturas y la vista comenzaba a fallarme a medida que subía persiguiendo la luz.

- Despierta lobata - dijo Ark mientras me daba unas palmaditas. - Llevas ya todo el dia dormida - replicó.

- Déjala, está agotada - escuché a Parcival decir de fondo.

Abrí los ojos lentamente para encontrarme a mi grupo alrededor mío mirándome fijamente. Las estrellas de la noche adornaban el cielo y el calor de una hoguera abrazaba mi lado derecho.

- Ten, come algo - me incorporé un poco para recibir el plato de comida que me entregó Sekiro. Miré a Sasha, vi que su herida estaba algo mejor, ya vendada y su pierna asegurada con ramas y cuerda.

- Bien hecho Suru, conseguiste los cristales - dijo Parcival. - Mañana iremos a las ruinas a celebrar el ritual para que subáis de clase - explicó mirando a los aventureros.

Nada más terminar la comida me acurruque junto a Sasha para dormir, se sentía bien estar junto a ella pues estaba cálida y tal como lo hacen los gatos ronroneaba al dormir de vez en cuando, lo que me relajaba.

El despertar de la mañana siguiente fué muy sencillo, levantamos el pequeño campamento, tratamos la herida de Sasha para que pudiese apoyarse y comenzamos a movernos en dirección a las ruinas que mencionó Parcival la noche pasada. 



Hawoo parci aqui, esta historia va llegando a su fin, espero les esté gustando porfavor dejen sus comentarios y no se olviden de Votar con su estrellita .

Una nueva Aventura (Old)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora