La quedada de siempre

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- Hola chicos. -Dije aun un poco agotada-

- Hola. -Dijeron todos-

- Hombre cuanto tiempo Nico. -Dije alegre-

- Hola Mel, ¿Qué tal tía?

- Pues reventada.

- ¿Y eso?

- Que no me había acordado que habíamos quedado y he tenido que salir corriendo de casa.

- Que pringis-Dijo riéndose-

- Bueno, ¿Vamos a dar una vuelta? -Sugirió Sofía-

- Pero no muy lejos, que aquí se está de coña -Dijo Amanda-

- Vale, ¿Vamos a ver qué tal le va al puesto de Nico? -Dijo Sofía que parecía que estaba llena de energía-

- Por mi bien -Dije-

El puesto no estaba muy lejos, así que no tardamos mucho en llegar.

- Hola Mati, ¿Qué tal va la el negocio?

- Bien, antes han venido un grupo de tíos y han comparado como 4 gofres y también una chica ha comprado 2 cupcakes, así que muy bien.

- Bien, bueno, ¿Queréis algo chicos?

- Yo quiero un gofre -Dijo Amanda hambrienta-

- Ala, qué morro, yo también quiero uno -Dijo Sofía celosa-

- ¿Y si lo compartimos? 

- Vale, ¿Cuánto cuestan? 

- 2,50.

- Vale. -Dijo Amanda dándole el dinero-

- ¿Queréis otra cosa? -Dijo Mati- Luna, ¿Tú vas a querer algo?

- Los helados de aquí están riquísimos, pero quiero compartirlo con alguien, tampoco tengo mucha hambre.

- Podemos compartirlo nosotras. -Dije inmediatamente- 

- Vale, ¿De qué sabor?

- El de siempre, para mí estrechártela y para ella chocolate. 

- Bueno, quiero probar el de coco.

- Vale, Nico, ayúdame anda, que técnicamente ahora es mi descanso.

- Ya, ya voy tío.

- Esta vez pago yo. -Dijo Luna mirándome-

- Vale, yo hago los helados, sé cómo les gusta a ellas.

- Jajaja, como me conoces -Río Luna-

- Pues yo el gofre.

Voy a volver a comer un helado con ella, ¡Qué fuerte! Mejor guardo las galletas

Pasaron unos minutos y la comida ya estaba. 

Para la próxima le pediré que pusiera la stracciatella en un bol y así lo comparto directamente con mi amada Luna

- Mmm, ¡Este gofre está riquísimo! -Dijo Amanda alucinado- 

- ¡Estáis hechos unos chefs! -Dijo Sofía felicitándolos-

- Pero... ¿Esto lo hacéis a mano?

- Claro, nosotros compramos los ingredientes y detrás de esta cortina hacemos todo a mano.

-Dios, es demasiado perfecto para que una para que una persona lo pueda hacer.

- Jajaja, gracias tía.

-En eso no le falta razón.




Bajo la luz de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora