Capítulo 12

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Mailén

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Mailén

🖤

El vestido lila que me prestó Nidia está colgado en la puerta de mi armario. Cometí el error de comentar sobre mi cita. No necesité decir con quién era para que adivinaran, hasta Mike lo dedujo, no me dijeron en la cara, pero noté esa mirada divertida que intercambiaron. No he tenido el valor para decirles que la cita se canceló.

Nidia me obligó a revisar su guardarropa hasta encontrar algo para mí. Ella quería que salgamos de compras, menos mal que me negué, eso habría sido más vergonzoso. No obstante, no pude escapar al tratamiento completo que me regaló en su salón de belleza y spa para que esté lista para la cita que ya no sucederá.

—Mailén, ¿ya despertaste?

—Sí, ya voy —contesto sin ánimos a mi tía.

Mike ya se ha ido a la disquera, lo escuché salir del garaje. Desde anoche le pedí que avisara a Nicolás que no iría por él en la mañana, espero que mi tío no suelte algún comentario graciosito que aumentará mi pena.

Todo el día de ayer lo evité. No me trago para nada su cuento de que de pronto ha querido ser responsable y dormir temprano. Es Nicolás, no le importan esas cosas, si hubiera deseado verme lo habría hecho y ya. Pudo ser una cena corta, sólo conversar un rato, pero no. Es un patán más del montón, mejor que ha mostrado su verdadera cara desde ahora.

🖤

Nidia hizo un trabajo excelente. Es la mejor en lo que hace, su salón de belleza es de los más cotizados en la ciudad y es muy complicado conseguir una cita.

Mi cabello todavía luce bien, sólo recortó un poco las puntas para retirar la parte maltratada. Me depiló las cejas y colocó pestañas postizas que lucen naturales. También me aplicó unos tratamientos extraños en la cara que me ha dejado la piel más suave que cuando era una bebé.

Mis uñas son lila como el vestido que supuestamente usaré. Se esmeró, tienen una piedrecilla en las uñas de los dedos corazón y me ha encantado en resultado. Es una pena que todo fuera por una cita que no sucederá, pero lo tengo bien merecido.

Nunca me esmeré en arreglarme para una cita. Si el chico quería salir conmigo, pues era mejor que me conociera como soy. Sí me arreglaba y elegía un atuendo bonito, pero no iba por horas al salón de belleza. Es la primera vez que hago algo así, por lo que me siento todavía peor.

Nicolás me envío un mensaje cuando iba con Nidia al salón de belleza. Me preguntó si iría al departamento, lo dejé en visto. Supongo que le llamó a Mike, no sé, no me interesa. Es un adulto, puede ir solo a la disquera, no necesita de una niñera.

El reflejo en el espejo del baño me regresa la imagen de una chica desilusionada y detesto eso. Sólo he venido a la disquera para cumplir, estaré un rato y me iré a mi hora justa de salida. Mike me había dicho que me tomara el día, hasta sentí que le alegraba la idea de que tuviera una cita con Nicolás.

1. Una Melodía Inefable para los dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora