Nicolás es un músico arrogante que está acostumbrado a tener todo lo que desea sin esforzarse. Sabe que su cuerpo, cubierto de tatuajes, es deseado por miles de mujeres (y muchos hombres), más cuando se enteran del piercing que tiene por ahí abajo...
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Mailén
🖤
Nos dormimos con la puerta de la habitación abierta, por lo que la luz que atraviesa el enorme ventanal se cuela hasta la cama.
El cuerpo de Nico está caliente, creo que es mi sitio favorito en el mundo. Él duerme tranquilo, la luz no llega a nuestros rostros, por lo que ni se ha movido. Su cabello está revuelto sobre la almohada y la sábana sólo cubre hasta su cintura.
Mi mano descansa arriba de su abdomen firme, mi cabeza en su pecho y mis piernas aferradas a la suya. Es una posición un poco incómoda, pero no quiero dormir lejos de él.
Es difícil... Sé que mi presencia aquí, en su cama, lastima a otra persona. Todo sería más sencillo si la exnovia fuera una arpía manipuladora, mas no lo es. Giovanna es dulce y creo que esconde un secreto muy grande que la está orillando a cometer la mayor estupidez de su vida.
Y, si no quisiera tanto a Nicolás, me alejaría. Me dolería, pero sé que podría manejarlo y que en un tiempo estaría bien; pero Nico ha invadido mi existencia y echado raíces en cada rincón de mi ser. No puedo sólo alejarlo y esperar que sea feliz con otra persona cuando noto que somos felices juntos.
Por otro lado, está esa vocecita que me susurra que no debo ser egoísta. Mi situación es complicada, Nicolás no lo sabe, ¿cómo reaccionará cuando se entere? No he querido hablar de eso porque, debajo de la careta de seguridad y firmeza, existe una Mailén muy asustada por lo que viene. He intentado ser optimista, dibujarlo como el «gran día» que será el inicio de mi vida, pero la verdad es que estoy aterrada.
Los dedos de Nicolás se mueven, creo que está soñando que toca el bajo eléctrico, a veces le sucede.
Yo delineo con suavidad las alas de la polilla en su pecho. Me ha confesado que se tatuó una porque se identifica con éstas, las mariposas nocturnas, esas que revolotean alrededor de focos porque piensan que es el sol y se sienten tan extraviadas todo el tiempo. Tras esa explicación también me sentí una polilla con alas débiles que se ha cansado de golpearse con luces falsas.
Nuestra noche de mezcal, cigarros y sexo terminó con nosotros dormidos en la sala. Despertamos por culpa del sol y subimos a la habitación a seguir durmiendo, volvimos a reaccionar hasta pasado el mediodía.
Fue uno de los mejores domingos de mi vida. Comimos en casa, pedimos la despensa, miramos series de televisión, fuimos a casa de Mike por mi ropa, regresamos y lo acompañé a ensayar unas canciones. Nos dormimos temprano, pero primero hicimos el amor y nos murmuramos muchas cursilerías que ahora me sonroja recordar.
No puedo alejarlo, ¿en qué estoy pensando? Ese fue mi debate interno que me obligó a perderme por la tarde del sábado. Necesitaba pensar, pues la imagen de Giovanna derrotada con su vestido de novia fue un golpe duro. Ella sabía que Karam no es con el que debía casarse, sino con Nicolás, porque lo ama a él. No tuvo que decirlo de forma textual, pude verlo en sus ojos cuando se encontraron con los míos.