Mailén
🖤
El celular de Nicolás emite el característico pitido que avisa que la batería se está agotando. Él suele esperar hasta que el celular se apaga. Yo, por el contrario, no tolero ese sonido. De hecho, no suelo aguardar a que mi celular llegue a ese porcentaje, lo conecto antes a la electricidad. Pero Nicolás no, sólo echa un vistazo a su celular y sigue rasurándose.
El pantalón negro cae de forma despreocupada sobre su cadera. Su espalda está tan bien marcada que parece un dibujo, no tengo que preguntarme cuánto entrena para lucir así, ahora lo sé. Aunque por mi culpa ya es un poco más permisivo con su comida, a veces se lamenta porque aumenta su porcentaje de grasa, yo no entiendo de eso; para mí sigue tan sexy como el primer día.
—¿Estás «morboseando» mi espalda? —pregunta y me observa a través del espejo del baño. Tiene esa sonrisita que muestra su hoyuelo y una ceja enarcada.
—Es el propósito, ¿no?
Medita un segundo y asiente.
—Puedes «morbosear».
—Lo hago hasta sin tu permiso.
Él baja el rastrillo, creo que para decirme algo, pero lo tomo por sorpresa con una fuerte nalgada y escapo corriendo del baño
—¡Mailén! ¡Eso me dolió!
—¡Tienes nalgas de acero!, ¡a mí me duele la mano! —contrataco desde el pasillo, afuera de su habitación.
—¡Me las vas a pagar, eh!
No me sigue, necesita terminar de rasurarse para irnos a casa de mis tíos.
Aprovecho el momento de soledad para revisar mi celular donde tengo mensajes de Gigi. No quiero verlos, mucho menos responder, la he evitado por casi dos semanas porque no sé qué decirle cuando me confiese que está enamorada de Nicolás. Una cosa es deducirlo por la forma desesperada en que lloraba, hasta casi derramar su corazón por los lagrimales, y otra escucharlo de su propia potente voz de soprano.
Espero por Nicolás en la sala. Es Halloween, por lo que es también el aniversario de Cristal y Dimas. Celebraremos en Calliope, cerraron el sitio sólo para nosotros y conocidos. La fiesta no sólo es por Halloween y el aniversario, sino que en un par de semanas entrará a post-producción el álbum. Ya tienen fecha de lanzamiento, será el treinta y uno de diciembre. El primer concierto también se realizará ese día y así celebrarán el año nuevo con sus admiradores. Después vendrá un largo año de gira con pequeños recesos para no morir de agotamiento, no sé si podré seguirlos.
Mi vida empieza a finales de enero y pronto debo hablar con Nicolás sobre eso. Necesito confesarle sobre ese gran día.
—¿Ya tienes todo? —me pregunta Nico mientras baja las escaleras.
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1. Una Melodía Inefable para los dos
RomansaNicolás es un músico arrogante que está acostumbrado a tener todo lo que desea sin esforzarse. Sabe que su cuerpo, cubierto de tatuajes, es deseado por miles de mujeres (y muchos hombres), más cuando se enteran del piercing que tiene por ahí abajo...