8 meses después.
—Ya no te haré nada —retrocedí viendo sus pupilas dilatadas.Todo él, era un desastre. Sangre, golpes y un olor a cigarrillo que repugnaba.
Bajé las escaleras sin verle. Tenía el corazón en la boca. En tan poco tiempo no sé cómo las cosas tomaron un rumbo diferente.
Recuerdo el carro, las risas, el licor quemar mi garganta. Su voz diciéndome lo bien que lo pasaríamos.
—No, déjame ir —grité con las pocas fuerzas que tenía. Jalé la puerta y no cedía-, ya no me gusta esto.
La misma risa floja y desinteresada resonó en el lugar.
—Lizzie —sentí las enormes pisadas aproximarse. Su voz rasposa alteró mis nervios—,tu madre me hizo prometer que regresarías a salvo. Y yo siempre cumplo mis promesas.
Corrí al sótano buscando escapar. Pero no vi ventanas o aberturas donde pudiera pasar.
El corazón me subía y bajaba. Mi respiración era irregular, añadiendo que pasé horas bebiendo licor mis movimientos eran torpes. Todo daba vuelta a mi alrededor.
Si eres tonta, Lizzie, te dijeron aléjate. No acércate.
Fuí ingenua al no seguir los consejos del viejo Mike.
—Josh, aquí no estoy a salvo.
—Nadie lo está, dulce Lizzie —sacó de su bolsillo un cigarrillo. Lo llevó a sus labios y prosiguió bajando las escaleras sin dejar de verme fijamente—¿Ya no quieres ser mi presa?
¿ Presa?,¿eso soy para él ?
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¿ Presa?
General FictionEn un pueblo, céntrico a la ciudad. Donde todos se conocen.En donde los territorios son marcados por "no peligrosos". Dime tú,¿ cómo le digo que no confíe en él? Todo él es una muestra de peligro. Escúchame bien, y espero razones. No te acerqu...