Capítulo 11: nuevos problemas.
Me he quedado sola.
Apenas amaneció los superiores enviaron a los siete escuadrones ABlack en la base para realizar una búsqueda, intentarían localizar el escondite principal de Sinya Kûv. Con todo lo que los escoltas dijeron lograron capturar a varios brujos y encerrarlos en retención para hacerles análisis de sangre. Estos se negaron a hablar, dijeron muy poco, pero sirvió de algo. El problema se presentó cuando comencé a ponerme mi uniforme de trabajo de campo y Anya me dijo que los superiores habían ordenado que me quedara pues no estaba en condiciones para salir de aquí hasta que sanara. Intenté decirles que estaba bien, pero no puedo contradecir a los jefes y Gao se encargó de dejar en claro que yo necesitaba descansar.
Así que ahora mismo estoy caminando por el edificio porque me han dejado a mí de niñera de los escoltas reales y los hermanos Nayak.
Cuando llego a la habitación en la que ahora residen, me encuentro con que los escoltas ya están allí. Me cruzo de brazos en el marco de la puerta, frustrada.
—¿Qué hacen aquí? Salgan —les digo directamente, Ikaika que estaba sentada en la cama junto a David y Leo se levanta al igual que el moreno. Naresh se encontraba mirando por la ventana que daba al pasillo con las demás habitaciones mientras Dasha descansaba, no veo al tercer hermano pero después sale del baño—. No tienen permiso para estar aquí, deberían estar entrenando.
—Cancelaron los entrenamientos, no hay instructores disponibles para vigilar a los aprendices. —contesta Naresh aún con la vista en la pequeñísima ventana—. Cosa que deberías saber, inspectora.
Lo miro con desdén a lo que él me ignora completamente.
—No me encargo de supervisar esas cosas, novato.
Supongo que ahora los tres están al tanto de todo, los superiores estuvieron varias horas con ellos allí metidos y no creo que solo haya sido para hacerles preguntas. Pero me pregunto si habrán aceptado el hecho de lo que son realmente. Parecen resignados. Suspirando hago que la puerta se mantenga abierta, y después de hacer una repasada por toda la habitación la atención de los presentes.
—Muy bien, salgan de aquí —no se mueven, solo hacen gestos de confusión y los seis se miran entre sí. Entorno la mirada porque no hacen nada y les insisto con mi mano señalando la salida—. Ustedes también, altezas.
—¿A dónde vamos?
—La hora del almuerzo se acerca y los superiores quieren que los pilares estén juntos mientras los equipos están fuera. —explico brevemente.
Mohamed se encoge de hombros restándole importancia y después de saludar con un asentimiento es el primero en salir al pasillo. Los demás parecen pensarlo pero poco después me hacen caso, el último en salir es Naresh, al cual ni siquiera miro. A diferencia de él, que no ha quitado sus ojos de mí.
—¿Por qué quieren que estemos juntos? Ni siquiera los conocemos. —es Dasha quien habla y comienzo a caminar con ellos siguiendo mis pasos.
—No los conocen, pero aún así todos están conectados. Espiritualmente son como primos, bueno no es así como se dice pero es para que me entiendan —Leo me presta especial atención al igual que Mohamed, son ellos quienes se atreven a caminar a mis costados, el resto se mantiene atrás. Cuando vamos por el pasillo principal hay agentes caminando de aquí para allá cumpliendo con sus deberes y cada vez que se topan con nosotros agachan la cabeza en señal de respeto a los semidioses—. Además, princesa Dasha, ahora que los escuadrones de élite están fuera de la base es mejor si se les vigila a todos en el mismo lugar.
—Pensé que eras parte del escuadrón. —comenta el pelirrojo, David, presiono el botón del ascensor y es tan grande que todos cabemos allí sin apegarnos demasiado.
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Hortus Amoris
FantastikSaga Custodes Horti #1 Naresh Baskerville, ese soy yo. Teniente de la guardia real y escolta personal de la princesa de Singapur. Tenía un solo trabajo; protegerla con mi vida. ¿Cómo demonios fue que terminé en este lío? Un día estaba cumpliendo con...