Parte 2 de la serie: MDZS Post-Canon Happiness Network.
¿Por qué el hierro con la marca de los Wen terminó en Cloud Recesses?
¿Por qué Lan QiRen no se lesionó en el ataque de los Wen contra GuSu?
¿Por qué Lan QiRen no luchó activamente en la Campa...
➢ Wen RuoHan se enfrenta a sus propios sentimientos, pero Lan QiRen se queda sin opciones.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Antes de que Lan QiRen pudiera tomar una decisión, A-Ming entró a trompicones en la cabaña desde el huerto de peras con peras hasta el cuello. — ¡Hermano Lan, hermano Lan! ¡Mira todas las peras que recogí!
Tan rápido como se habían juntado, Wen RuoHan y Lan QiRen se separaron y se dieron la espalda.
Después de un momento de vergüenza sofocante, Wen RuoHan habló primero.
— La ropa de A-Ming está toda sucia, será mejor que regrese al pueblo antes de que el sastre cierre la tienda.
— Sí, deberías. — Lan QiRen asintió sin atreverse a mirar a Wen RuoHan. La repentina interrupción le había quitado la carga de la toma de decisiones y no quería que Wen RuoHan viera a través de su debilidad.
Cuando ya no pudo escuchar los pasos desvanecidos de Wen RuoHan, Lan QiRen finalmente dejó escapar un suspiro tembloroso y se tambaleó hacia la cama para sentarse. Con la cabeza entre las manos, trató desesperadamente de borrar todo rastro del error irracional que estaba a segundos de cometer.
— Hermano Lan, lo siento. — A-Ming dejó una pera junto a Lan QiRen.
— A-Ming, ¿por qué te disculpas? — Lan QiRen suspiró.
— Mis padres solían enojarse conmigo cuando veía su tiempo de adultos. — dijo A-Ming en voz baja. — Si hubiera sabido que mi mamá moriría, habría sido un buen chico y no los molestaría tanto para jugar conmigo cuando tenían su tiempo de adultos...
Lan QiRen le dio unas palmaditas a A-Ming en la cabeza y lo consoló un poco. Sin embargo, su mente no estaba llena de la tragedia de la pérdida de A-Ming, sino de más y más razones por las que debería admitir sus propios sentimientos. A-Ming tenía razón, la vida era corta, no se sabía cuándo él o Wen RuoHan podrían verse obligados a separarse por la vida o la muerte. Mientras estaba fuera de GuSu y sin usar su cinta en la frente en un lugar donde nadie lo conocía como el "Erudito Lan QiRen" había muchas más razones para perseguir esos sentimientos que no.
Dando una larga y solemne mirada a la cinta de la frente que Wen RuoHan dejó en la mesa, Lan QiRen caminó hacia la mesa y recogió lentamente su precioso razonamiento. Vacilando por un momento, lo enrolló cuidadosamente y lo metió en una de sus maletas. Si lo que estaba experimentando era realmente el comienzo de sentimientos románticos, seguramente habría una manera de hacer que las cosas funcionaran.
.
.
.
.
.
.
Cuanto más caminaba Wen RuoHan por el polvoriento camino de tierra desde su cabaña en el huerto hasta el centro del pueblo, más seguro estaba de que había perdido la cabeza. La cantidad de días que había conocido a Lan QiRen se podía contar con ambos dedos (8 o 9, lo había olvidado) e incluso si las locas emociones que estaba sintiendo fueran ciertas, sería una locura suponer que el estoico Lan QiRen posiblemente podría sentirse de la misma manera, Wen RuoHan pateó con apatía una piedra a un lado del camino e hizo un cálculo mental rápido de lo que Lan QiRen probablemente pensó de él en ese momento. Por cada cosa buena que hizo, agregó un punto. Por cada cosa mala que hacía, restaba un punto;
