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NARRA MEGUMI

Me dolía todo el maldito cuerpo. Las marcas de mordidas y golpes estaban por todas partes, los moretones y chupetones también eran evidentes. Había hecho un desastre conmigo.

La rutina era casi siempre la misma, ya sea en el día o en la noche el me tomaba, sus malditos juegos eran lo peor me amarraba, usaba sus garras para hacerme más daño, o a veces utilizaba objetos para lastimarme un día fue la cera de velas resbalando por mi cuerpo, golpearle con un cinturón u otra cosa, llego a comprar cadenas para colgarme de los brazos, usar juguetes sexuales empezó a ser más común al igual que las mordidas  incluso dejaba de importarle donde lo hacíamos, ya no solo era en mi habitación sino en el comedor, la sala o el baño.

Solo contaba con Maki quien trataba de ayudarme a curar mi cuerpo.

Mai solo me miraba con indiferencia parecía que no tenía una buena relación con Maki lo cual me intrigaba.

Hoy Maki me ayudaba a vendar mi brazo pues el maldito chupasangre había clavado tan fuerte que casi me desangro pero claro a el no le importaba solo soy un objeto para el un saco de sangre. 

-Maki donde esta Mai no la e visto desde hace un buen rato.

-Esta castigada por así decirlo, no quiere hacer de niñera entonces la enviaron a otros encargos de menos rango.

-Eso no es su culpa

-Son órdenes del amo Sukuna

-Tu..estas bien con servir a un amo así?

Se quedo pensativa un momento

-Bueno es cierto que no estoy de acuerdo con muchas cosas que hace, pero mi deber es solo obedecer.

-Pero es tan cruel parece que no tiene corazón, bueno es un vampiro no debería sorprenderme.

-Si es despiadado, pero al ser de la elite también tiene muchas obligaciones

- ¿Obligaciones?

-Es el principal proveedor de sangre para los vampiros, ya que tiene un convenio con los humanos para que den cierta cantidad de sangre por voluntad.

-Así que es eso

-Sus demás negocios son principalmente exportación es el legado de su familia algo muy valioso para él. Además, desde que heredo todo ha sido más… compasivo

-Acaso puede ser peor?

-Cuando era más joven no le importaba nada al ser un vampiro y un noble pensaba que era intocable, cazaba humanos por su cuenta incluso

-Mato a alguien?

-…A muchos

Me congele sabia que era un despiadado, pero en realidad era un monstruo.

-Es su instinto, se podría decir que por alguna razón ahora se controla más, pero esos impulsos los deja salir con sus concubinos.

- ¿Qué razón es esa?

-No lo se

-y…- tenia miedo de preguntar- ¿Cuánto tiempo duro su ultimo concubino?

-Tres meses - Maldita sea si el anterior duro eso ¿Qué esperanzas tenia yo? -  El amo lo manto por intentar escapar

-En definitiva, me condene a mi mismo, nunca volveré a ver a mi hermano

-Sobre eso al menos estate tranquilo el pago por tu servicio como concubino se le esta dando a el y parece que esta bien al igual que esa amiga tuya Nobara

-Bueno al menos mi sacrificio no habrá sido en vano

Estaba terminando de vendar mi brazo e irse, pero antes le hable.

-Puedo hacerte otra pregunta

-Mas? - sonrió

- ¿Por qué parece que tu Mai parecen no llevarse bien? Sin no quieres responder no tienes que hacerlo

Me miro con tranquilidad y suspiro

-Somos parte de la misma familia y siempre emos estado al servicio de los Ryomen pero ella es un vampiro completo y yo solo mitad vampiro pero parece ser que tengo mas avance en defensa que ella a pesar de todo.

-Como es que solo eres mitad vampiro?

-Digamos que mi padre estuvo con una humana y como no la convirtió antes del embarazo yo nací así.

-Entiendo, pero a mí me agradas mucho creo que eres mi único apoyo aquí y quisiera llevarme mejor con Mai

-Suerte con ello… por cierto el amo Sukuna no regresara asta tarde o hasta mañana puedes relajarte, pero recuerda no subir a su habitación.

-Si está bien, gracias Maki,

Se fue, pero no dejaba de darle vueltas en mi cabeza a todo esto yo estaba condenado. Entonces empecé sentir malestar en mi garganta al principio lo ignoré, pero después de un rato ya no pude tomaba y comía lo que podía, pero no era suficiente, y recordé que desde hace unos pocos días Sukuna o me ha dado de su sangre a la fuerza, aunque yo siempre la rechazaba entendía porque me la daba ahora dependía a de el en definitiva, yo necesitaba su sangre… quería su sangre

NARRA GOJO

Hoy volví a cierto lugar donde hace unos días tuve que encargarme de unos negocios, pero ahora solo tenia una finalidad, encontrar a ese chico pelirosa que desde el primer instante me llamo la intención además parecía que tendría un sabor delicioso.

Estuve esperando en una cafetería que fue el lugar donde lo vi por primera vez y por suerte pude volverlo a ver. Era muy lindo con un espíritu muy alegre.

Pidió un café para llevar y cuando estaba por pagar interrumpí

-Yo lo invito- la cajera acepto el dinero- Hola pequeño- salude

-Señor no tenia que hacer eso, le pagare yo entonces

-No descuida, y no me llames solo dime Gojo

-Gracias señor, pero tengo que irme- parecía desconfiado, pero no me rendiría tan fácilmente.

-Escucha, antes que nada, debo admitir que eres muy lindo así que permíteme acompañarte solo eso

Lo pensó por un momento

-Esta bien, pero por favor no pague nada más por mi

-De acuerdo por cierto ¿Cuál es tu nombre?

-Itadori Yuji

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