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NARRA MEGUMI

Estaba por levantarme de la cama dejando dormir a mi niño junto a su testarudo padre pero cuando estaba acercándome a la puerta esta se abrió dejando ver a mi hermano y a el Gojo.

-Megumi ¿Qué haces levantado? Debes descansar

-Hermano por favor vuelve a la cama

-Tranquilos solo quería algo de comer

Ambos parecían alterados lo cual me causo algo de inquietud y no pude evitar preguntarles.

-Oigan ¿Qué les pasa? Se ven… es…es sobre Sukuna ¿verdad?

Ambos se quedaron en silencio un momento.

-Megumi, hermano es que lo que sucede es que…- los ojos de mi hermanito estaban cristalinos y eso me confundió y asusto aún más.

Gojo se acercó y lo tomo del hombro tratando de darle apoyo para luego dirigir su mirada hacia mí.

-Megumi, lo cierto es que de seguir como hasta ahora Sukuna no despertara en mucho tiempo pueden ser años o incluso siglos seria como estar en una especie de como casi eterno.

Me quede inmóvil ante esas palabras, entonces ¿Sukuna jamás me volverá a ver? ¿No podremos ser una familia los tres? ¿No podre decirle todo lo que siento y lo mucho que quiero estar con él?

-Entonces no hay nada que se pueda hacer. Si llega a despertar posiblemente yo ya esté muerto, pero al menos conocera a nuestro hijo ¿no?

-En realidad no hay garantía de que despierte- decía esta vez Itadori.

De repente se escucho el llanto del bebe y con las manos temblando lo cargue tratando de calmarlo, pero mi mente al ver su tierno rostro solo recordaba que Sukuna talvez jamás podría ver ese mismo rostro.

Estaba aguantando tanto las lágrimas que querían salir de verdad que sino fuera porque esta inconsciente le daría un golpe a este vampiro idiota por hacerme entristecer así.

-Hermano si hay una alternativa – eso me hizo verlo de golpe- la verdad no te lo quería decir, pero sé que ese tonto se hace feliz así que es mejor que lo sepas.

-Por favor Itadori dímelo de una vez.

Mi hermano apreto la mano de Gojo con muchos nervios.

-Por lo que me ha dicho Gojo una parte de vitalidad que hay en ti es de Sukuna su lazo es fuerte así que al tener su sangre en tu interior hay una oportunidad.

-Entonces…

-Una parte de Sukuna vive en ti – esta vez Gojo trato de explicarlo – no podíamos dejar que el bebiera mucha sangre de ti en el embarazo por él bebe y el parto, pero ahora si toma una cantidad considerable de tu sangre le devolverás parte de esa vitalidad, aunque sea un poco de esa fuerza que podría hacerlo despertar, su herida del corazón sanaría.

-Lo hare, definitivamente yo…

-Sin embargo, hay dos riesgos, el mas probable es que Sukuna no sea tan fuerte como antes tal ves tarde en recuperarse por completo, pero despertara, y lo segundo seria que al darle tu sangre él podría despertar, pero debido a la sed puede que no te suelte y termine matándote.

Nuevamente la situación se complicaba sobre todo ante la segunda posibilidad, claro que tenia miedo ya que no quería dejar a mi bebe y a Sukuna así además sabía que él se sentiría culpable si yo moría, pero mi de verdad quería hacer esto por él.

-Gojo ¿Cuántas son la probabilidad de que yo muera?

-Siendo sincero, su hambre, su instinto, sí que será más fuerte entonces es casi seguro que no podrá parar.

-Entiendo.

Aun con mi hijo en brazos me dirigí a Sukuna para sentarme a un lado suyo mientras admiraba su rostro esperando que volviera a dar señales de poder despertar, pero sabía que solo yo podía ayudarlo.

-Si me pasa algo ¿podrían cuidar a nuestro hijo? Por favor

Entonces Itadori se me acerco y me tomo de los hombros.

-Megumi ¿De verdad lo estas considerando?

-No hay nada que considerar ya he tomado mi decisión.

-Por favor piénsalo mejor- empezó a llorar- te lo suplico.

-Itadori si Gojo estuviera así ¿no harías lo mismo?

Su sorpresa aumento por un momento de verdad que no quería lastimar a mi hermano, pero sabía que con Gojo el estaría a salvo y serian felices juntos.

-No me detengas por favor hermano.

Con cuidado me abrazo sentía como sus lagrimas caían cada vez mas en mi hombro, de verdad que me dolía verlo así pero no podía quedarme viendo como Sukuna se queda en ese estado para siempre, no puedo no intentar hacer algo.

Itadori se separó de mi para luego acariciar la cabeza de mi bebe.

-Tienes un par de padres muy testarudos espero no heredes eso.

Mire con ternura aquello.

Entonces Gojo se acercó también a nosotros. Acaricio el cabello de itadori.

-Tu hermano es fuerte seguro más que Sukuna ¿verdad? – esta vez me miro a mí.

-Claro no moriré tan fácilmente aun tengo que patear a este idiota por tantos problemas.

Después de un rato Gojo me dijo que lo intentaríamos en unos días ya que debía estar lo mas sano posible para tener mas oportunidad de sobrellevar todo.

Sabía que sería difícil así que cada momento que pasaba junto a mi pequeño era invaluable.

-Itadori toma una foto mía y de mi bebe

- ¿He? ¿Si claro, pero porque ahora?

-En el peor de los casos quiero que me recuerde así, quiero que recuerde que lo amo mucho.

Sin mas mi hermano tomo la fotografía pero esta también era para él y para Sukuna , mostrando el amor que le tenia a mi familia.

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Después de un tiempo por fin llego el momento.

Sukuna, nuestro hijo te necesita.

ERES MI MALDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora