Saga Mafiosos #2 La chica de un pSicópata

CAPITULO ONCE

_¿Te acuerdas en nuestra boda?.

_Prometo odiar esos quince segundos de vergüenza.

_Solo te caíste arriba del pastel, ya superalo.

_Dañe casi el pastel completo, tuviste que enviar por otro.

Estallo el risa recordando el vergonzoso momento con el que me topé, tropecé con el vestido y sas caí arriba del pastel.

Juntos salimos de la habitación, en la sala no hay nadie y como confirmó brant, el auto de Brandon está estacionado frente al bar.

Si viviéramos con mamá nos hubiéramos escapado de la casa.

No hasta que Michelle nos encontró subiendo por la ventana de mi habitación e inmediatamente les dijo a mis padres, quería ahorcarla ese día.

Nos pusieron a limpiar los patios de nuestras vecinas por dos semanas y por supuesto los vecinos no se quejaban y aún así salíamos.

Por eso le tome más cariño a Luz por qué ella era mi compañera de locura, las amo a las dos por igual pero como ya había dicho tengo más sentimientos por Luz.

Ambos estamos solos en la casa.

_¿Quieres algo de comer?.

_No gracias.

Yo sí me voy a preparar algo, muero de hambre.

_¿Que paso contigo en el restaurante?.

_Tuve un ataque, es normal.

_No, no lo es, hubo una razón.

_Tu perfume.

Confieso.

_Pero ni cerca de mi estabas, como mi perfume te va a dar una ataque de asma.

_Yo solo... Llego a mi nariz y luego no pude respirar.

_O no será que estás celosa?.

Dice mientras se sirve un trago dejando helada sacando la comida del refrigerador.

_Claro que no.

_Yo creo que si_ se da un sorbo del alcohol.

_Pues fíjate que no.

_Esta bien, solo tengo para decirte que es hermana de Brandon y que le caíste bien.

_Ay! Por favor, ¿Cómo le voy a caer bien a alguien que nisiquiera saluda.

_No en el sentido que piensas.

_Que quieres decir?.

_No se tu dime, le caíste bien, tu forma, tu cuerpo, tus labios_ se encoje de hombros haciéndome dudar _ tus pechos.

_¿Quieres decir que le gustó?.

Vuelve a encogerse de hombros.

_Que mala eres en descubrir las cosas.

_Osea que es lesbiana.

_Aja.

_Y yo poniéndome celosa por nada.

_Lo sabía.

Llega hasta mi sitio.

Maldición dije eso en voz alta.

_Pues fíjate que no.

_A no?.

_No.

Sus labios chocan con los míos, un compás suave y a la vez salvaje que me deja con los bellos de puntas.

El ambiente cambia de frío a ardiente, sus manos destrozan el pantalón pijama que traigo puesto.

Me chupa los pechos y marca mis piernas antes de enterrarse en mi zona G, hunde los dedos haciendo que gima alto.