El amor verdadero sería entre una psicóloga y un psicópata por qué ella daría la vida por el y el mataría por ella.
#2
Historia solo mía, protegidas con derechos del autor.
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Jensen O'Connell.
Tomo su cintura dejando que se suba a ahorcadas sobre mi.
Sus labios saben a gloria y no imaginar el navegar por su cuerpo, me separó un poco para poder tomar aire y me meto en la cabeza lo equivocado que estoy.
_Escucha yo... No sé si sea el momento, yo dije que no te tocaría hasta que tú quisieras y...
_Estas nervioso, no te preocupes yo también lo estoy.
_No estoy...
_Si lo estás y te entiendo, yo quiero esto y no me importa lo demás.
_No se si lo quieras, piensas que te tengo secuestrada así que te daré tu tiempo.
Me levanto de la cama tomando las copas.
_Cuando te sientas segura yo estaré para ti.
Salgo de la habitación con el corazón en las manos, no puedo creer que acabo de besar a esa niña, tiene menos edad que yo, debería de buscar mi puesto entre las personas mayores pero no.
Me despojo de mi ropa cuando estoy en la habitación y me lanzo a la cama cansado.
No niego que no quiero nada con ella por ahora pero si se da la oportunidad. La verdad es que no se ni en qué mierda estoy pensando, prometí hacerle daño hasta que la cobra viniera hacia mi pero no es lo que estoy haciendo.
Es increíble como me volví a enamorar de esos ojos verdes.
Cierro los ojos y me meto en la cabeza que es una niña y que no es a la quiero.
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Al día siguiente me quedé en cama por qué no hay nada que hacer y mi servidumbre no está trabajando.
Me ducho y me quedo en toalla, marco un número en el celular y espero a que me respondan para pedir dos mujeres ya que necesito sexo o terminaré muriendo con cada erección que tengo cada que veo a la niña de ojos verdes.
A los pocos minutos mis hombres escoltan a las dos mujeres a mi habitación, ambas son de cabello negro con ojos marrones y cuerpos no tan exagerados.
_¿Que pide el amo?.
Pregunta una de ellas cuando estamos solos.
_Quiero un masaje y un trío.
Eso parece gustarles ya que se ponen a trabajar dándose besos de vez en cuando y masajeando mi espalda.
Disfruto verlas comerse ambas mientras les meto los dedos a una otra masajea mi miembro por debajo de la toalla, chupan mi cuerpo y maltratan mis pezones con los dientes.
_Me gusta verlas mientras se besan.
Obedecen ambas arriba de mi y empiezan a besarse, sus pechos resaltan en la ropa y le destrozó la blusa a una para chupar sus pezones rosados.
Estoy tan concentrado que no me doy cuenta cuando tocan la puerta, los sonidos son pequeños y odviamente se que es la ninfa de ojos verdes que está tocando.
_Sigan.
Debería de enojarme pero no, tomo la toalla y cubro mis partes.
La niña está parada detrás de la puerta con un simple pijama y con tres kilos de miedo arriba, mira a las mujeres y su cara detona irá.
_¿Que quieres?.
Le pregunto.
_Hay un insecto en mi habitación.
Respiro profundo llenándome de paciencia, en cualquier momento voy explotar con esa muchacha.
_Un insecto?.
_Por favor ayudame.
Cierro la puerta detrás de mi y le señalo el camino para que se guíe y me muestre el magnífico insecto que se la quiere comer.
En todo el camino intento que la risa no explote mis pulmones.
Entramos en su habitación y me señala la ventana, hay una simple abeja intentando buscar la salida, me acerco a la ventana y dejo que la abeja salga volando cuando la abro.
_Listo, espero que me dejes terminar mi trío tranquilo.
_No quiero.
_¿Que no quieres que?.
_Que hagas un trio con esas mujeres.
_Tu y quién más va a impedir que lo tenga.
_Yo sola.
_Lo dice la chica a la que una abeja se la iba a comer.
_No me cambies el tema.
_Has tomado muchas alas estos últimos días.
_Te dije que no quiero que tengas un trío.
Su maldita inmadurez me engorda la polla en unos segundos.
_Esta bien no lo haré pero tú tendrás que quitarme las ganas.
Traga saliva y la dejo parada en su habitación para salir por dónde vine, las mujeres disfrutan ambas y cierro la puerta de mi habitación para dejar caer la toalla.
La veo gatear hasta mi y empezar a lamer mi miembro, dejo que me la chupe sin parar hasta que veo la salida caer por su barbilla.
La otra se masturba arriba de la cama mientras su compañera lucha por no atragantarse.
La tomo del cabello para que se la trague entera y mate las ganas de follarme a la niñata de ojos verdes, mi semen se derrama en su garganta y la obligó a tragarse todo y que no deje ni una pizca.
_Pueden irse.
_Como ordene señor.
_Mis hombres le darán su pago.
En realidad no puedo creer que mandé a su casa a dos mujeres con cuerpo de infarto por una niña inmadura que le teme a las abejas.
No se que pasa conmigo por qué ni yo mismo me reconozco.
