Saga Mafiosos #2 La chica de un pSicópata

CAPITULO VEINTICUATRO

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Abro los ojos por qué un rayo de luz me quema la cara.

Brant ya no está a mi lado y me doy cuenta de que estoy completamente desnuda, no puedo salir de aquí con el vestido destrozado y sin bragas.

Busco mi ropa interior y no la encuentro por ningún lado, es como si la tierra se la tragara.

Me acomodo el vestido que tiene toda la parte delantera descubierta y me cubro con las mantas antes de salir, el sol me quema y rápidamente me escabulló por las palmeras temiendo a qué alguien me vea así.

Juro que mataré a brant, llego a la cabaña me adentro en la habitación, hay una ducha de cristal que si te bañas allí las personas te verán hasta los pecados.

Así que opto por ponerme un traje de baño, como había dicho antes empaque de todo por qué con brant nunca se sabe.

Salgo con una toalla puesta y me la quito en la orilla para entrar al agua fría, empiezo a nadar preguntándome dónde rayos está brant.

Duro varios minutos en el agua y al salir tampoco llega, me meto a la ducha de cristal y enjuagó mi cuerpo con el traje de baño puesto por miedo a que me vean.

Al colocarme la ropa tampoco llega ni cuando me preparo el desayuno.

Hay un teléfono en la isla de madera y miro hacia todos lados antes de tomarlo, marco el número de mi hermana y responde a los varios pitidos.

_Hola mi amor, ¿Cómo la estás pasando?.

_La estoy pasando muy bien, me tratan bien y todo.

_Me alegro mucho por ti.

_Aunque, no se si el tenga miedo de dar el segundo paso, cada que llegamos a algo simplemente se va.

_Dale tiempo nena, seguro se le pasa, sabes que estaba detrás de mi y es un poco difícil olvidar una persona.

_Tienes razón.

_Michell, te quiero me entiendes.

_Yo también te quiero.

Cuelgo la llamada y elimino el número cuando escucho pasos.

_Probando lo tuyo?.

Brant hace aparición y me quedo viendo con una taza de te en la mano.

_¿Que dices?.

_Ese celular es tuyo.

Se sienta a mi lado.

_Con razón no tenía contraseña.

_¿Amaneciste bien?.

_Si, bien sola.

_Disculpame, tuve que firmar unos papeles del otro lado de la isla.

_¿Paso algo?.

_Nada de que preocuparse, solo papeles que prueben que está parte es mía.

_Entiendo, ¿Quieres café?.

_Por favor.

Me levanto de la silla y tomo una taza para servirle café.

Saca un cigarrillo, lo enciende y lo lleva a su boca.

_Gracias.

_¿Tu agradeciendo?, ¿Me saque la lotería?.

_¿No puedo?.

Me encojo de hombros tomando mi café.

_Te traje algo.

Me extiende una bolsa y veo un contenido de tela blanca.

_¿Que es?.

Se queda callado y me dispongo abrirlo.

_Un baby doll.

_¿No te gusta?.

_Tengo como cuarenta de esos, gracias por darme más.

_Quiero que te lo pruebes.

_¿Ahora?.

_Ahora.

Me levanto de mi silla dejando el café de lado.

Me coloco el baby doll con escote de corazón y que se me entra por las rajas de las nalgas.

Me gusta como me queda por qué aumenté un poco de peso, ato mi cabello en una coleta alta y retoco mis labios con un color rojo pasión.

Salgo de la habitación y brant se me queda mirando como si pudiera ver mis demonios.

_Extrañaba verte con eso.

_Osea que no se me ve bien?

_Increible.

Sin querer las mejillas se me encienden.

Se hace a un lado y me invita a sentarme en sus piernas, cosa que odviamente no niego.

Su perfume me inunda las fosas nasales, tomo mi café y empiezo a tomar un poco nerviosa, no se por que todavía sigo temblando con su tacto.

Una de sus manos cae en automático en mis cenos, entra su mano y pellizca mi pezón, muerde mi espalda mientras masajea mi ceno causando electricidad en todo mi cuerpo.

_Sientate en la mesa_ Hago caso a su susurro en mi oído e inmediatamente me siento en la mesa, levanta mis pies y hace a un lado el baby doll para luego pasar su lengua por mi clítoris.

Lo lame de arriba abajo y no tengo forma de describir lo que siento, masajeo mis cenos por encima de la tela blanca mientras tomo su cabello disfrutando de su tacto.

Chupa, lame, da suaves caricias enviando claramente el mensaje de que su sexo oral me grita que me venga rápido.

Mete un dedo y la piel se me eriza, suelto gemidos suaves a la vez que me va masturbando.

Arqueo la espalda y me preparo para el orgasmo pero nunca llega por qué se detiene.

_¿Por qué paras?.

Le pregunto casi al borde el abismo.

_No te puedes correr sin mi.

Se quita el cinturón y se saca el miembro, da suaves rosadas antes de entrar completamente, se mueve rápido mientras me chupa el cuello.

Su mano me aprieta los muslos y me los marca en el intento.

_Quiero escucharte, no te escucho.

Se mueve más rápido desatando lo que quería escuchar y es mis gemidos desenfrenados, los jadeos no me dejan tragar saliva y menos cuando hace presión en mi cuello.

Me recuesta en la mesa mientras su mano está en mi cuello mi vagina palpita a punto de correrse con sus estocadas brutales que me ponen a vibrar.

_Vamos bebé, vente junto a mi.

Sus jadeos juntos con los míos es lo que se escucha en la habitación cuando ambos nos derramamos en orgasmos que nos cortan la respiración.

El baby doll está lleno de su semen y el piso está cubierto por café y pequeños fragmentos de vidrios rotos.

_Se rompieron las tazas.

No me di cuenta cuando se cayeron.

La espalda me duele y estoy agotada, cada vez que tenga sexo con este hombre me dejara sin energía lo cual pasará muy a menudo por qué brant no se cansa.

_Paso número uno, cumplido.

_¿Paso? ¿De que hablas?.

_Follarte con baby doll banco, uno.

_Eres un idiota.

_Ahora sin el.

Me vuelve a tomar y hacerme suya nuevamente, en esa mesa y con la puerta delantera abierta.