CAPITULO DÍEZ

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_Vistete, saldremos.

Brant abre la puerta de la habitación y lanza una caja que cae en la cama.

Ruedo los ojos y me dirijo a la cama, abro la caja y aprecio un hermoso vestido color azul marino, va sin mangas y de brillo.

También están los tacones y algunas prendas de oro blanco.

Deleito mi vista un poco y empiezo a vestirme, retoco mi maquillaje y peino mi cabellera ondulada, me coloco los tacones y aprecio el resultado en el espejo de cuerpo completo.

Al salir todo está vacío, tomo el bolso agregando mi teléfono y mi inhalador y salgo, abajo hay dos autos estacionados y Brandon me hace seña al que está delante de el.

Lo abordo sin preguntar y me encuentro a la tipa rubia y a brant.

Empieza el trayecto sabrá Dios donde, no me queda de otra que ponerme a usar mi teléfono mientras esos dos hablan como pericos.

No se de que hablan como tampoco me interesa.

¿Estoy celosa?.

Claro que lo estoy pero no entiendo por qué, se supone que yo y brant no somos nada y como no estaré celosa si está tipa llega, no me saluda y nisiquiera me mira.

Pero ¿Por qué debería de importarme?.

Lo mejor que puedo hacer es no preguntar por ella y listo.

Nos detenemos frente a un restaurante, veo a todos bajar de los autos y sin preguntar me bajo yo también caminando en dirección a Brandon.

Es mi único salva vidas por ahora.

_Iremos a una disco más tarde.

_Geniallll.

Entramos al lugar y me alegro un poco por que aquí fue donde brant me invitó a conocer a sus cabecillas.

Tomamos asientos en las mesas y no pierdo tiempo pidiendo mi orden, el ambiente no me agrada y menos estar junto a brant con una tipa que nisiquiera conozco aparte de que lo trata como si fuera su esposa, algo que yo nunca hice.

Todos hacen lo mismo y me dispongo a usar mi teléfono, los minutos pasaban las orden llegaban y no se por que el tiempo está en contra mía.

En situaciones tensas los minutos pasan como horas.

Mi orden llega, empiezo a comer sin perder la vista de mi teléfono.

Su perfume, su maldito perfume hace que mi piel se erice sin ninguna razón, siento que mis vías respiratorias se me tapan y el pecho me duele cuando intento respirar.

Llamo la atención de todos y no tengo fuerzas para buscar mi inhalador, mi hermana actúa rápido cuando brant habla.

_Su maldito inhalador!.

Mis labios caen en la boquilla del inhalador y lo aprieto sin cansancio hasta obtener el aire suficiente para mis pulmones.

Acabo de tener un maldito ataque de asma delante de todas las personas por un maldito aroma del imbecil de brant.

Mis ojos se llenan de lágrimas y sin poder contenerlas me levanto de mi asiento dejando la servilleta en la mesa, tomo mi bolso y empiezo a caminar hacia la salida.

Ignoro los llamados y abro la puerta respirando el rico aroma natural.

Pido un taxi y lo abordo mirando una vez a brant que está parado en la puerta.

No lo culpo, es una vergüenza salir conmigo y más con lo que acaba de pasar creo que el nunca más se querrá acercar a mi por el simple hecho de no ser la mujer perfecta.

Creo que mañana le rogare para que me dé los papeles del divorcio y me iré junto a mi hermana.

Yo no pertenezco aquí.

.
.

Al llegar al hotel lo primero que hago es prepararme un té de manzanilla.

Abro la maleta y empiezo a ordenar todo dentro, me quitó el vestido y lo pongo a un lado con las prendas y los tacones.

No se por que me tratan como una reina más después de todo lo que hice, el padre de brant tenía razón, yo no pertenezco aquí y menos siendo la mujer de su hijo.

_¿Que estás haciendo?.

Alzo la vista rápidamente mirando a brant en la puerta.

_Empaco.

_¿A dónde crees que vas?.

_Lejos, dónde no te de más problemas.

_¿Crees que me das problemas?.

_Si y yo no puedo más con esto, mañana me entregaras los papeles los más pronto que puedas.

Me duele como la mierda decir eso pero no puedo actuar de princesa.

_Elizabeth Johns cree que es un desastre.

Entra cerrando la puerta con seguro.

_Tu eres un maldito tsunami y me encantan los desastres que dejas cuando a nadie más le gusta.

_No me vas hacer cambiar de opinión, yo hice muchísimas cosas que no debieron pasar aparte de que me fui del lado enemigo.

_Y ¿Eso que?.

_Te traicione brant_ me levanto de la cama caminando hacia la ventana _ hice algo malo dándote la espalda.

_La culpa fue mía y lo sabes, si yo no hubiera actuado así aún estarías aquí.

_Tu padre tenía razón al decir que yo no sería la mujer perfecta para ti.

_El que quiera la mujer perfecta que la crie.

Me quedo callada sin saber que más decir, las luces le dan una vista más agradable a la noche.

_Escuchame Eliza, no se que Jensen hizo para dejarte así pero está no eres tú.

_Lo siento yo...

_¿Me vas a dejar?

Su pregunta me deja helada cuando me voltea.

_Luego de todo lo que pasamos ¿Me vas a dejar.

_Brant en un futuro yo no seré la princesa adecuada para ti.

_No puedes mirar más allá de lo que un telescopio puede alcanzar como tampoco eres una bruja.

Sin detenerlo la sonrisa se me sale sola.

_Tu eres Elizabeth Johns Walker mejor conocida como medusa, la reina cobra, mi esposa, y hermana de una chica que están a punto de follar pero ¿sabes que es lo más importante?, Que eres tú y tú no te cambias por nada.

_¿Me tengo que poner feliz? Por qué literalmente acabas de decir que están a punto de follar a mi hermana.

_Tranquilizate, están en el bar de abajo.

_Y eso me tiene que alegrar más?.

_¿No te alegró?.

Niego.

_Para nada.

_Pensaba que si.

Dice asiendome reír.




Saga Mafiosos #2 La chica de un pSicópata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora